Contexto: el cine en la formación médica es una herramienta prometedora pero relativamente poco utilizada.
Se desconoce lo que el colectivo médico piensa de ella.
Métodos: encuestamos a todos los especialistas de un hospital general de distrito y a todos los vicedecanos y directores del programa básico de un decanato de postgrado. La encuesta consistió en cuatro preguntas libres, y fue enviada por correo electrónico a todos los destinatarios siendo las respuestas cotejadas, organizadas y codificadas posteriormente.
Resultados: se recibieron 119 respuestas: 81 de especialistas; 13 de vicedecanos y 25 de directores de programas financiados por el estado (FPDs). De todos ellos: 96 carecían de experiencia en la utilización del cine para la formación médica. Los resultados fueron interesantes en relación a los que sí tenían experiencia, siendo minoría los especialistas médicos y directores de programas financiados por el estado frente a una mayoría en el caso de los vicedecanos.
Surgieron varios temas, incluyéndose las diferentes maneras en que se había utilizado la técnica cinematográfica, los aspectos positivos y negativos, así como algunas reflexiones personales fascinantes. Gran parte de la experiencia se llevó a cabo en los sectores de atención primaria y salud mental.
Conclusión: el cine en la formación médica es utilizado por una minoría. Las experiencias para los que lo utilizan son en su mayoría positivas, y estos tienden a ser educadores más experimentados. La amplia variedad de usos y atributos positivos parece eclipsar los aspectos negativos, que son principalmente técnicos.
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