Julio Gómez, Javier M. Atienza
Un Real Sitio es mucho más que un recinto apacible para esparcimiento de una corte ociosa y derrochadora; es también, o sobre todo, el lugar de representación y celebración de un sistema sociopolítico y, en ciertas ocasiones, el laboratorio de ensayo de las propuestas económicas y culturales más comprometidas con los momentos de máxima actividad intelectual de la nación.
Aranjuez es el prototipo de estos Sitios, cuya evolución se caracteriza por ser objeto de sucesivos programas de generosas inversiones, soportadas en planteamientos utópicos o demostrativos, y desarrolladas con un denominador común: su coherencia con las cualidades geográficas del territorio en que se asientan y su conciencia regional, como parte de un sistema integrado en el centro peninsular que constituye el corazón de la monarquía
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