Los derechos de la personalidad existen por su propia naturaleza, con independencia de que el legislador los haya proclamado. No son creación de ningún Estado o Poder público, sino que éste solo puede reconocer que existen antes de cualquier declaración oficial. De lo contrario, un Estado podría «crear» o no tales derechos, lo que significaría que podría considerar iguales o desiguales a los hombres de uno u otro país, de una u otra cultura, raza, nación, etc.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados