Alonso Cano fue pintor del conde-duque de Olivares y, por ello, se convirtió en pintor y profesor de dibujo del príncipe Baltasar Carlos. Existen numerosos retratos de dicho niño incluidos en el círculo �velazqueño� que han de ser atribuidos al artista. La participación de Martínez del Mazo y el propio Velázquez también como pintores del príncipe hace más complicada dicha atribución. El análisis estilístico ayuda a despejar el panorama. A su vez, documentos inéditos convierten los cuadros en algo más personal, justificando la realización de alguno de ellos y de otros no incluidos aquí y que requieren un estudio aparte.
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