La fractura de un implante dental es una complicación biomecánica poco frecuente y tardía, con un resultado clínico grave.
La aparición de una fractura en el implante conlleva problemas importantes, tanto para el dentista como para el paciente.
La prevalencia de las fracturas de implantes es para la mayoría de los autores revisados muy baja (aproximadamente 2 de cada 1000 implantes que permanecen en la boca). Cabe destacar que al constituir la implantología un tratamiento en alza y mayoritariamente aceptado, deberemos esperar un incremento de fracasos por fracturas tardías. Es evidente que un plan de tratamiento cuidadoso puede reducir la incidencia de fracturas. Realizar un diagnóstico precoz sobre los signos que alertan de dicha fatiga tales como el aflojamiento, torsión o fractura de los tornillos de los pilares y fractura de la cerámica de las prótesis puede prevenir un desenlace insatisfactorio. Este artículo lleva a cabo una revisión bibliográfica mostrando las opciones terapéuticas y discutiendo un posible mecanismo etiológico para este tipo de fracasos; así como los factores que se creen contribuyentes para la fractura.
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