Las revoluciones tienen casi siempre un componente de violencia, pero el Reino Unido parece dispuesto a afrontar la suya de manera pacífica. En un país tantas veces hipotecado por el bipartidismo, y tras una campaña marcada por los debates televisados, un primer ministro conservador (David Cameron) y un viceprimer ministro liberal-demócrata (Nick Clegg) se han propuesto transformar la vida política del viejo reino.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados