Paula Abate, Ximena Caeiro, Laura Marta Vivas, Juan Carlos Molina
Los efectos reforzantes del etanol están mediados, al menos parcialmente, por el sistema opiáceo. El etanol altera la síntesis y la liberación de ?-endorfinas. Ratones genéticamente modificados que no sintetizan ?-endorfinas (KO), o bien deficientes en la síntesis del neuropéptido (HT), consumen niveles más elevados de una solución etílica de baja concentración y exhiben una mayor predisposición para autoadministrarse la droga, en comparación con ratones que no presentan esta manipulación genética (WT). El presente trabajo fue realizado con el objeto de: i) extender resultados previos en lo que respecta al análisis de los perfiles de consumo de etanol en ratones deficientes para sintetizar ?endorfinas; y ii) evaluar la adquisición de un condicionamiento aversivo mediado por las propiedades postabsortivas etílicas, en función de las capacidades genéticas de sintetizar el neuropéptido. En el Experimento 1, los ratones fueron evaluados en términos de consumo de una solución de etanol al 7 % en un paradigma de libre elección entre agua y esta solución, durante 8 días. Posteriormente, la concentración de etanol aumentó al 10 % y el consumo voluntario se evaluó por 8 días más. Ratones WT consumieron mayores cantidades de etanol que animales KO. Ratones HT, a su vez, ingirieron mayores cantidades de la droga que ratones KO. En el Experimento 2, ratones (KO, HT y KO) fueron evaluados en un paradigma de aversión condicionada al sabor en el cual una solución de cloruro de sodio (NaCl) fue asociada con una dosis etílica de 2-g/kg. Ratones con genotipo HT o KO expresaron una aversión condicionada hacia el NaCl. Este estudio indica que la deficiencia, o bien, la incapacidad de sintetizar ?endorfinas predispone a los animales a expresar una aversión al etanol lo cual puede modular patrones de autoadministración de la droga.
Rewarding effects of ethanol may be mediated in part by endogenous opioids. Ethanol alters β-endorphin synthesis and release. β-endorphin heterozygous (HT) and knockout (KO) mice consume higher levels of a low-concentrated alcohol solution and show heightened predisposition to self-administer ethanol in comparison with wild-type (WT) mice (Grisel et al., 1999). This study was conducted in order to: i) re-analyze and extend previous results in terms of ethanol consumption profiles of β-endorphin deficient mice; and ii) analyze conditioned aversive learning mediated by ethanol postabsorptive effects as a function of genetic capabilities to synthesize β-endorphin. In Experiment 1, mice were evaluated in terms of consumption of a low (7%) ethanol solution in a two-bottle free choice paradigm. Ethanol concentration was then increased to 10 % and voluntary intake consumption was tested. WT mice displayed significantly higher consumption levels and ethanol-preference scores than did KO mice, independently from ethanol concentration. HT mice drank more ethanol than did KO mice. In Experiment 2, mice (KO, HT and WT) were tested in a conditioned taste aversion paradigm in which a sodium chloride (NaCl) solution was paired with a 2-g/kg ethanol dose. Only HT and KO displayed a conditioned aversion when using 2-g/kg ethanol as unconditioned stimulus. The present results indicate that total or partial deficiency of β-endorphin synthesis reduces ethanol preference andconsumption. Furthermore, this study indicates that the lack of β-endorphin synthesis exacerbates ethanol’s aversive postabsorptive effects which can in turn modulate self-administration patterns of the drug.
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