Se parte de la idea de que existen dos tipos de intelectuales: aquellos volcados en el debate público y los que, en general, lo rehuyen. Pidal pertenece a este segundo tipo. A pesar de sus escasas apariciones públicas, ejerció una influencia enorme en el debate público español. En este artículo se repasa sus escasas intervenciones públicas en el período 1902-1932, para concluir que en todas las ocasiones en las que intervino, sus opiniones marcaron el curso del debate hasta la actualidad.
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