La salud de que goza el medio ambiente de Andalucía es una buena muestra del grado de compromiso que ha alcanzado la ciudadanía con su entorno. Esa voluntad creciente e incesante ha sido interpretada por el Gobierno de Andalucía en una línea de actuación que viene marcada por el deseo de avanzar acompasando las posibilidades de desarrollo social y económico de los pueblos y ciudades de Andalucía con la preservación de su formidable riqueza natural. Así, una gestión más eficiente de la política de aguas, con la transferencia del Guadalquivir, el río más emblemático de la Comunidad; las medidas encaminadas a paliar los efectos derivados del cambio climático o la construcción de espacios urbanos más saludables se presentan como desafíos que ha de encarar la Administración andaluza en colaboración con una ciudadanía cada vez más concienciada y sensibilizada hacia las cuestiones ambientales.
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