Tras el Concilio de Trento se normaliza el uso de los libros parroquiales donde quedan reflejadas partidas de bautismo, matrimonios, confirmaciones, defunciones, etc. En la Catedral de Calahorra, fechado en 1548 (anterior por tanto a las disposiciones conciliares) se conserva el Libro Primero de Bautismos con inscripciones de los años 1548 al 1584. Su estudio supone una importante fuente de información sobre los apellidos de Calahorra en el siglo XVI, su evolución, oficios, cargos, etc
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