En la M-30, la señalización habitual en este tipo de circunvalaciones hacía tiempo que venía planteando a sus usuarios problemas de comprensión y orientación. Al pasar la M-30 a la competencia municipal y sufrir una profunda remodelación, se decidió actualizar parcialmente los criterios de señalización, acercándolos más a lo habitual en la red urbana y a la comprensión de los conductores.
Por otro lado, al estar enterrada una buena parte de la remodelación, y haber incluso varios enlaces subterráneos, las restricciones de gálibo propias de los túneles obligaban a fraccionar la información.
Por último, para la explotación de los túneles se necesitaba un sistema de referencia que permitiera a los usuarios informar a los servicios de seguridad de dónde se hallan. En este artículo se describen los criterios empleados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados