La energia consumida debe ser uno de los costes de explotación que más deben ser controlados en un hotel, al ser el segundo coste en impotancia tras los de personal (suele suponer del 3% al 6% del total de gastos). Conocer los gastos imputables a una actividad, la correlación de causas y efectos, el seguimiento preciso de las incidencias fundamentales ocurridas y la posibilidad de predecir, con criterios adecuados, son partes de las acciones que hoy deben exigirse dentro de una gestión energética eficaz.
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