Esta experiencia tiene como protagonista una alumna con deficiencia multisensorial grave (sordoceguera) y su proceso de integración en la escuela ordinaria. La implicación de profesionales de ámbitos muy diversos ha sido fundamental para la consecución de los objetivos propuestos al inicio de esta experiencia de integración, incluyendo en ella tanto aspectos académicos como de relación social. El elemento más significativo y el que ofrecía más dudas era la especificidad del sistema de comunicación de la alumna: el código dactilológico. Para poder garantizar la interrelación de la alumna con su entorno era necesario el aprendizaje de este sistema de comunicación por parte de todas las personas implicadas en el proceso. Los resultados finales han tenido una doble vertiente: por un lado la superación de la etapa educativa de EGB y la preparación con garantías de éxito para la nueva etapa de secundaria (ESO), y por otro lado, el conseguir un entorno de relación tanto escolar como social, amplio y normalizado.
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