Frauen in Hispanoamerika in Reiseberichten von Europäerinnen, 1830-1853

• Autores: Inge Buisson
• Localización: Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas = Anuario de Historia de América Latina ( JbLA ), ISSN-e 2194-3680, Nº. 27, 1990, págs. 227-257
• Idioma: alemán
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• Resumen

  • Las relaciones de viajeras europeas durante la primera mitad del siglo 19, que se refieren a la situación de las mujeres en países hispanoamericanos - Perú, México y Cuba - tratan sobre todo de la mujer criolla, perteneciente a la capa alta de la sociedad. Las mujeres de las capas bajas, es decir de la población de color, figuran en segundo lugar, despertando mayor interés sólo cuando ofrecen algo excepcional y extraño para las europeas, tal como las esclavas negras en Cuba o las "rabonas" indianas, compañeras de los soldados peruanos. En los relaos de viaje, las criollas - con excepción de las "tapadas" limeñas - aparecen como mujeres, cuya forma de vida era condicionada por tradiciones: Eran considerados como esposa y madre, limitadas a las tareas de casa y de familia, estando en esta posición tanto protegidas como restringidas en sus actividades. Sólo el convento les ofrecía - según las pautas de la sociedad criolla - una alternativa equivalente al matrimonio. Las autoras - todas ellas mujeres intelectuales provenientes de la burguesía europea - tenían otras nociones del papel que la mujer debería cumplir. Abogaban por una vida más activa, por la participación en la vida pública y sobre todo por la mejora de la educación femenina como camino de la emancipación. Opinaban que a la mujer criolla no sólo le faltaban las ocasiones, sino también los impulsos propios para desarrollar su personalidad. Las europeas, cuando esbozaron la imagen de la criolla como mujer pasiva y de muy reducido radio de acción, ignoraban la importancia de la familia, que en la sociedad hispanoamericana llegaba hasta los terrenos económicos y políticos, ofreciendo también a las mujeres la posibilidad de ejercer influencia fuera de la zona privada. Además, las viajeras europeas olvidaron a menudo, que las exigencias que formularon respecto a las mujeres hispanoamericanas, aún no se habían realizado en sus propios países.