Resumen de ¿Qué procedimientos y actitudes debemos enseñar según los nuevos programas de ciencias?
El Real Decreto 3473/2000 (MEC, 2001) ha modificado sustancialmente el currículo de la educación secundaria obligatorio (ESO). Nuestras autoridades educativas lo han justificado porque «la experiencia había puesto en evidencia la necesidad de proceder a una reforma [de la Reformo de 1990)» (desde ahora, la Contrarreforma). La ausencia de un debate previo entre los profesionales implicados y su publicación inesperada en el BOE solo pueden entenderse en un «estado de excepción educati-va», que precisara de «medidas sorpresas» que pierden eficacia si son consultadas. Sinceramente creemos que la situación no demandaba este «procedimiento de ur-gencia». Es cierto que existían necesidades no atendidas suficientemente y situa-ciones complejos, pero probablemente diferimos en la identificación de cuáles eran los problemas y a qué se deben y por supuesto, no compartimos la forma de resol-verlos. En cualquier caso, se ha producido una modificación legal, que no es anec-dótica y que es preciso reflexionar sobre ella. En este trabajo, nos ocuparemos de uno de los muchos cambios que nos preocupan: el papel de los procedimientos y actitudes, ignorados o, por lo menos, no contemplados, tal como aparecían en los bloques temáticos del currículo anterior (MEC, 1991). Esto, sin duda, afecta a «qué tenemos que enseñar» y a «qué debe aprender el alumnado», cuestiones que pensa-mos que son lo suficientemente importantes como para que el legislador o la legis-ladora aclarara -o, por lo menos, lo intentara- cuáles eran los motivos de tal exclusión. Increíblemente nadie ha explicado el porqué de esta decisión. Queremos pensar que existe una razón para tal omisión, aunque haya que adivinarla. A lo lar-go de este trabajo, trataremos de hacerlo, a partir de la única información y expli-cación que, hasta este momento, se nos ha facilitado: el Real Decreto 3473/2000.
