El presente escrito parte del siguiente planteo: Si el estado ¿normal¿ del capitalismo es la ¿revolución permanente¿ de sus propias condiciones de existencia. ¿Qué tipo de lazo y subjetividad produce entonces este discurso? Si para Hegel la autoconciencia surgía como resultado de la confrontación de dos sujetos (Amo-Esclavo), para Marx, en cambio, se trata del funcionamiento del mercado. Marx traslada el problema de la intersubjetividad al mercado. Una lectura atenta permite comprender que no hay un sujeto de la burguesía y un sujeto del proletariado, hay un solo sujeto que es el mercado. El proletariado y la burguesía son variables de una función: la estructura del mercado. En consecuencia, burgueses y proletarios están en posición de desconocimiento en relación a la estructura (mercado).
La homología entre el plus de goce y la plusvalía; y entre la pulsión, el objeto del fantasma y el objeto técnico (mercancía) se articulan aquí con una hipótesis que el autor plantea como consecuencia un cierre del inconciente, la produción de una subjetividad desabonada del discurso, un individualismo casi autista que hace pensar en la primera y más pobre de las figuras hegelianas: la del goce inmediato sin reflexión alguna.
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