En los países andinos, la gobernabilidad democrática de los dos últimos decenios contrasta agudamente con los bajos niveles de crecimiento económico y el aumento del desempleo y la pobreza. Este artículo plantea que el nudo gordiano de esa paradoja es la gran desigualdad en la distribución del ingreso. Causa y consecuencia del mal funcionamiento del sistema político y de la economía, porque las élites económicas controlan el poder político, y crean instituciones y políticas que reflejan el interés de los dueños de la riqueza y no el interés común. Así se crea un círculo vicioso en el que la democracia ¿controlada¿ reproduce y amplía las desigualdades que la engendraron.
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