No en vano gobernantes y sociedad en general, proponen la educación como uno de los pilares a partir de los cuales se fundamentan los estados y se recrean las naciones, pues mediante su articulación a las demás dinámicas sociales, se configuran las identidades, se construyen los comportamientos, se generan condiciones para el desarrollo, se aproxima a las distintas generaciones al legado universal de la humanidad, se conciben nuevas formas de organización de la sociedad y de transformación de los bienes que pueden generar ganancias e ingresos a un país, se construyen nuevos universos simbólicos, pero sobre todo, y como bien lo han advertido diversos pensadores, es uno de los medios privilegiados para construir humanidad. En este escrito nos adentraremos a una cuestión ineludible a cualquier actividad educativa propiamente dicha. Se trata de preguntarse: ¿para cuál país se propone un plan decenal de educación?
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