En este artículo se analizan las maternidades del escultor Baltasar Lobo a raíz del descubrimiento de una de ellas en el hospital materno-infantil "Miguel Servet" de Zaragoza. Tomándola como referencia, se comentan las influencias recibidas por este artista en París, su ciudad de residencia desde que en 1939 marchara exiliado de España. Es en la capital francesa donde conocerá de primera mano la obra de Picasso, Brancusi y Henry Laurens, artista este último al que Lobo consideró como su verdadero maestro
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