En la cancillería de Alfonso X actuaban dos tipos de escribanos: grossatores y registratores. A los primeros, competía la confección material del documento no sólo en cuanto a la escritura se refiere sino también en lo que respecta a la realización del signo rodado, en aquellos documentos que la normas z de cancillería lo contemplaban, y la elaboración de un libro de notas, distinto al z de los registros de la cancillería, que servía tanto para modelos a copiar por el escribano como para el control del cobro de sus honorarios; los segundos, se dedicaban al registro de documentos en los libros de la cancillería y su participación comienza a acentuarse en la oficina regia toda vez que se amplían los territorios incorporados a la corona tras la conquista del valle del Guadalquivir. Finalmente aportamos una nómina de los escribanos más representativos de esta cancillería.
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