En el marco político de la España de la Restauración, Manuel de Burgos y Mazo encarna a la perfección el modelo de patrón clientelar que fundamenta su liderazgo en la preeminencia económica, el prestigio familiar y la capacidad de influencia en el ámbito de la administración. A estos componentes, característicos del sistema caciquil en que se insertó, Burgos sumó, además, una renovadora concepción de la estructura y funcionamiento de los partidos políticos y una constante inquietud por los problemas sociales que, desde su óptica católica, le hizo contribuir activamente a la introducción en España del pensamiento demócrata-cristiano
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados