Este artículo analiza el papel de los impresores en relación con su capacidad para definir las características de la imprenta en Nueva España. En primer lugar, dilucida las condiciones económicas que propiciaron o dificultaron el desenvolvimiento de la imprenta en su calidad de empresa lucrativa. Seguidamente, explica las actitudes de los impresores ante las exigencias y limitaciones impuestas por el poder político. Por último, explora el modo en que el contexto político incidió en sus posibilidades de convertirse en agentes culturales con cierta autonomía en la vida intelectual de la colonia
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