Las demandas de estética por parte de los pacientes han aumentado de forma global; en muchas ocasiones, por razones de autoestima de los propios pacientes. Sin embargo, los tratamientos motivados exclusivamente por razones estéticas plantean algunos problemas éticos importantes. Por otro lado, la percepción de la estética difiere mucho según los pacientes y los clínicos. El propósito de este artículo es establecer ciertas consideraciones sobre algunos aspectos que afectan al tratamiento estético -y ético- de los pacientes, así como la presentación de 3 casos clínicos que ilustran los diferentes significados que la estética puede tener para los pacientes.
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