Para la autora la industria sigue ateniéndose al viejo criterio de «ensayo y error», obviando el principio de precaución, lo que conlleva un precio muy alto a pagar por la sociedad y los ecosistemas. Un factor determinante del modelo industrial productivista imperante son los ciclos abiertos de producción que consumen recursos naturales sin reponerlos y generan residuos que no son aprovechados en otros procesos. Aunque no cree que podamos aspirar a producir sin residuos si considera viable producir sin contaminar, transformando los modelos de producción lineal hacia modelos de producción cíclica.
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