David Haigh, Gabriela Salinas Fabbri
Existe la creencia generalizada, pero errónea, de que es necesario valorar las marcas. No obstante, el simple hecho de valorar un activo, ya sea financiero, tangible o intangible, no mejora en nada su calidad. Más bien las empresas deben preguntarse cómo y por cuánto su marca contribuye al éxito de su negocio.
Este no es un artículo al uso sobre valoración de marcas. Sus autores no consideran ésta necesaria salvo para determinados propósitos. Para ellos, dicha valoración por sí sola no otorga más que el derecho a presumir en cócteles y eventos, y recomiendan prudencia a los Directores de Marketing antes de asignar recursos valiosos a esta tarea, así como que presten especial atención al objetivo comercial que la motiva, y a la definición de marca que se utilizará, de la que también se habla en este artículo.
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