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Una cala en la polémica epistolar de la batalla en torno a Góngora: Cascales contra Villar

  • Autores: Juan Mata Caballero
  • Localización: Estudios humanísticos. Filología, ISSN-e 2444-023X, ISSN 0213-1382, Nº 12, 1990, págs. 67-84
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • español

      Posiblemente la polémica más enérgica que se haya producido jamás en nuestra literatura haya sido la originada por las Soledades al ser difundidas con la primavera del nuevo año, 1614, en la corte por el correveidile Andrés de Almansa y Mendoza. Prácticamente, nadie vinculado al mundo literario de la época se abstuvo de pronunciar su parecer sobre tan discutido asunto. Los cauces fueron tan diversos como variadas las reacciones. Y, dentro de ese marco, en el discreto cauce de la comunicación privada, conviene situar las tres cartas -VIII, IX y X del vol. I (según la edición de Justo García Soriano, Madrid, Espasa-Calpe, 1969) de las Cartas Filológicas de Francisco Cascales- que traemos a colación, y que hemos convertido en el objeto de nuestro estudio.

      Así, hemos observado que el motivo que centra el interés de Cascales en su argumentación contraria a la gran poesía gongorina, es la oscuridad que impide, a su juicio, los tres fines insoslayables de toda composición poética; enseñar, deleitar y mover. Partiendo de ese presupuesto, y amparándose en la tradición clásica, el murciano censura la oscuridad que se observa en las dos grandes obras gongorinas, el "Polifemo" y las "Soledades", hallando una clara coartada en la idea -que, salvando las diferencias entre ambos, había sido planteada con anterioridad por Fernando de Herrera- de que hubiera disculpado la oscuridad si procediera del contenido y no de la forma. Por su parte, Francisco del Villar se limita a justificar al poeta cordobés recurriendo continuamente a los clásicos porque, según él, también en ellos existía la oscuridad, a lo que añade que ésta es lícita en un género como la Poesía cuyo fin es distinto al de la Historia y la Oratoria, y, finalmente, invoca el gusto personal, en el que podía tener perfecta cabida la oscuridad gongorina, como única forma válida de juzgar la obra literaria.

      Tanto el ataque de Cascales como la defensa de Villar recogen las argumentaciones en favor y en contra de Góngora que habitualmente esgrimieron apologistas y detractores, y mantienen el tono común de la polémica epistolar, por lo que representan una excelente muestra que conviene analizar más detenidamente dentro del marco global de la batalla en torno a Góngora. Lo cierto es que ni Cascales -con extrema habilidad como polemista, pero demasiado anclado en la rígida tradición clásica que sobreponía las res a las verba - ni Villar- aunque muy ducho en el manejo de las autoridades latinas, poco experimentado en las lides epistolares, y menos aderezado, tal vez, en la recepción estética de la nueva poesía -supieron comprender el alcance de una revolución poética como la propuesta del cordobés contenida en sus Soledades, que, por otra parte, y sirva como disculpa para nuestros encontrados polemistas, sólo podían ser comprendidas -como apunta Antonio García Berrio- por un espíritu tan genial como el del autor que las creó.

    • English

      This article deals with the last theree letters in volume I of Francisco Cascales Cartas Filológicas (Madrid, Espasa-Calpe, 1969). These letters tell us of an interesting episode within the epistolary war upon Góngora and his work, wich, in this time, took place between Cascales and Villar. Both authors centered their criticisms on Góngora's formal obscurity, wich for Villar was favourable and for Cascales a fault. It has been in this paper our aim to analyze their significance of their argumenta in the controversy about the "new poetry".


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