Blasco de Grañén es el más completo representante de la pintura gótica aragonesa del segundo cuarto del siglo XV. Uno de sus retablos más interesantes es el que le encarga Luis de Santa Fe en 1438 para la capilla que había fundado su padre en el convento de San Francisco de Tarazona (Zaragoza). Dedicado a la Virgen María, la tabla titular se encuentra en el Museo Lázaro Galdiano, y en ella figura la fecha de su terminación, 1439, y el retrato del donante, Esperandeu de Santa Fe, con el escudo de su linaje. De este retablo se conservan algunas tablas del banco y una de las calles laterales en el Ayuntamiento de Tarazona.
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