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Resumen de El léxico de la moda en la traducción del inglés al español de la novela The devil wears Prada

Inmaculada Agulló Benito

  • INTRODUCCIÓN Nuestra investigación se inicia a raíz del continuo nacimiento de nuevas tendencias, prendas de vestir, etc. en la industria de la moda y que necesitan ser nombradas, ya sea mediante mecanismos lexicogenésicos de la lengua o mediante términos procedentes de otras lenguas, y cómo ello se va a manifestar en la literatura y su traducción. De este modo, partimos del hecho de que la lengua se caracteriza por ser una entidad viva en constante evolución y adaptación a los nuevos tiempos y de que el nivel léxico es el ámbito más proclive para tales interferencias, pero no por ello el único en el que se producen. Una gran parte de estas interferencias léxicas proceden del inglés (debido especialmente a su característica de lengua franca, y a sus connotaciones de prestigio y modernidad) y están presentes prácticamente en cualquier área de conocimiento, especialmente en los campos científico y tecnológico, y se extienden incluso a todos los dominios de la vida cotidiana. Asimismo, las traducciones también tienen un papel importante en la incorporación de términos de otras lenguas, ya que la actitud que mantenga el traductor en su labor puede servir de precedente para otras traducciones posteriores y para la terminología del campo en todas las lenguas. De hecho, con el transcurso de los años, tanto en la traducción literaria como en los lenguajes de especialidad (en nuestro caso, la moda) se ha observado una creciente incorporación y presencia de términos procedentes del inglés, y otros cuya apariencia nos pueda llevar a pensar que son anglicismos, no existen como tales en la lengua inglesa. Los anglicismos y falsos anglicismos tienen cabida aquí puesto que algunos de ellos van a ser necesarios o el traductor les va conferir una cierta intencionalidad, y otros en cambio van a ser totalmente innecesarios (pudiendo ser la causa de estos últimos un desconocimiento de la lengua de llegada, prisas a las que muchos traductores se ven sometidos por parte de las editoriales, etc.). Es precisamente esta intersección de estos tres campos (traducción literaria, lenguaje especializado y anglicismos y falsos anglicismos), donde percibimos un cierto vacío en investigación. De ello se desprende que nuestro propósito no sea analizar el léxico del lenguaje de la moda en general y los anglicismos incorporados en él, sino estudiar la traducción del léxico en dicho campo especializado y, en particular, el impacto de los anglicismos y falsos anglicismos en la traducción literaria de consumo, la cual hemos concretado en El Diablo viste de Prada.

    El objetivo principal de la presente investigación es abordar el estudio del léxico de la moda, y la presencia de anglicismos y falsos anglicismos dentro de este, en la traducción literaria de consumo con sustrato profesional El Diablo viste de Prada. En consonancia con lo expuesto hasta ahora, y para alcanzar este objetivo general, hemos creído oportuno establecer una serie de objetivos específicos que guíen nuestro trabajo: 1. Clasificar y analizar el léxico referente al lenguaje de la moda, y más concretamente, el índice de aparición de vocabulario técnico y semitécnico, y la existencia de lexicalizaciones y de anglicismos y falsos anglicismos (partimos de la hipótesis que estos fenómenos lingüísticos están lo suficientemente representados a lo largo de la novela).

    2. Describir los anglicismos y falsos anglicismos dentro de dicho léxico.

    3. Observar cuál ha sido la postura y/o intencionalidad del traductor frente al anglicismo: si viene condicionada por esa misma palabra en el original y si existía o no alguna otra posibilidad en su traducción (que muestre de forma patente que la elección del anglicismo ha sido consciente, o al menos no era inevitable).

    Teniendo en cuenta lo expuesto en los apartados anteriores, y partiendo de que la globalización y el uso del inglés como lengua franca favorecen la introducción de anglicismos y falsos anglicismos, así como de que el léxico del mundo de la moda constituye un campo ideal para el análisis de transferencias léxicas entre lenguas y de formación de palabras, para el desarrollo de la presente tesis, hemos partido de las siguientes hipótesis: 1. El lenguaje de la moda es una de las lenguas de especialidad donde tanto los anglicismos como los falsos anglicismos se incorporan diariamente, y donde existe un número considerable de nuevas creaciones o uso de términos que pertenecen a otros lenguajes especializados o a la lengua común, lo que puede ocasionar ambigüedades, inexactitudes, etc. sin un contexto adecuado.

    2. A diferencia de otros campos de la lengua y del lenguaje general, donde los anglicismos a menudo se consideran como amenazas para la pureza de la lengua, en el lenguaje de la moda, las palabras inglesas (o similares al inglés) proporcionan una sensación de modernidad o actualidad y prestigio. Además, al tratarse de literatura con un sustrato profesional, existe una tendencia hacia la fidelidad terminológica, pues el lector espera encontrarse con un lenguaje profesional.

    3. Se pueden dar casos en los que el traductor use una serie de anglicismos, que puedan ocasionar inadecuaciones en el léxico utilizado. Además, la tendencia general no es traducir los anglicismos al español, sino adaptarlos, ya sea con una mayor o menor adaptación en sus formas.

    DESARROLLO TEÓRICO Con el fin de alcanzar los objetivos mencionados y corroborar o refutar las hipótesis anteriores, el presente estudio se estructura en dos partes principales: una teórica y otra empírica. Ambas partes están directamente relacionadas, puesto que la parte teórica proporciona el marco conceptual necesario para llevar a cabo la práctica, al establecer los presupuestos teóricos en los que se desarrolla nuestra investigación.

    Siendo conscientes de la necesidad de un estudio de los fundamentos teóricos que nos guíen en una práctica adecuada, la parte correspondiente al marco teórico se divide en tres apartados claramente diferenciados: (1) "la traducción y la traducción del texto literario", (2) "los lenguajes especializados", y (3) "aproximación a la noción de anglicismo y falso anglicismo", a lo que añadimos un breve resumen de esta parte en el punto 4: "recapitulación del objeto y campo de estudio". El apartado titulado "la traducción y la traducción del texto literario" consiste en una revisión teórica sobre el proceso de traducción, la evolución de los estudios sobre traducción, los conceptos fundamentales en traducción (equivalencia, fidelidad y unidad de traducción) y la traducción literaria. En este último subapartado se hace referencia al propio concepto de traducción literaria, al texto y lenguaje literarios, a la distinción entre traducción literaria "canónica" y traducción literaria de "consumo", y a la traducción de la literatura con un sustrato profesional, pues El Diablo viste de Prada se engloba precisamente dentro de la literatura de consumo, con un ámbito especializado, lo que implica que los condicionantes no sean los mismos, ni que en los lenguajes especializados, ni que en la traducción literaria canónica. En "los lenguajes especializados" hacemos una reflexión sobre las características de los lenguajes especializados, así como de su terminología y traducción, haciendo especial hincapié en el lenguaje de la moda. Además, abordamos otros conceptos tales como la lexicalización, el neologismo y el préstamo, debido al impacto que estos fenómenos tienen en los lenguajes especializados, en especial el de la moda. En "aproximación a la noción de anglicismo y falso anglicismo" se trata las nociones de anglicismo y falso anglicismo, haciendo alusión a algunos de los estudios más importantes que han versado sobre dichos fenómenos, y a los factores lingüísticos y extralingüísticos que motivan su transmisión, así como al papel del inglés como lengua franca. Con estos tres capítulos atendemos a los ya mencionados tres pilares en los que se sustenta nuestro trabajo: (1) traducción literaria, (2) lenguajes de especialidad (la moda), y (3) anglicismos y falsos anglicismos.

    CONCLUSIONES Todo este análisis nos lleva a reafirmar que la lengua es una entidad viva en constante evolución, lo que implica una continua adaptación a los tiempos, y que algunas palabras caigan en desuso a la vez que se incorporan otras nuevas, ya sea mediante mecanismos lexicogenésicos o mediante préstamos procedentes de otras lenguas, debido a que a diario nos encontramos con nuevas realidades, conceptos, ideas, etc. que tienen que ser nombrados, sobre todo en el lenguaje de la moda, un lenguaje de especialidad caracterizado por ser cambiante; de ahí nuestro interés en dicha presión a nivel léxico.

    Debido al impacto que la moda tiene en nuestra sociedad y en nuestra vida cotidiana, la necesidad de estar a la última, el deseo de mucha gente por convertirse en it people, etc. han provocado que el vocabulario perteneciente a este lenguaje de especialidad en español sea reconocido por una gran parte de usuarios de la lengua. De este modo, observamos que una gran parte del vocabulario que conforma este lenguaje parece haber traspasado las fronteras de especialidad y no solamente sea reconocido por una gran parte de hablantes, sino también utilizado. Sin embargo, este léxico no es reconocido y usado del mismo modo por toda la sociedad, sino que lo podemos dividir en dos grandes grupos. Por un lado, un vocabulario de uso "común", en el que a pesar de estar constituido por vocabulario referente a la moda, forma parte de nuestra competencia lingüística debido a su uso constante en nuestras conversaciones diarias, etc., como es el caso de calcetines, falda, pantalones y zapatos. Y por otro lado, un vocabulario de uso más "técnico", que pese a poder ser reconocido por personas que no están inmersas en el mundo de la moda, podríamos decir que no forma parte de nuestra vida diaria de la misma forma que el grupo anterior, y por lo tanto, el uso y reconocimiento por parte de los usuarios de la lengua de este tipo de vocabulario (el técnico) disminuye sustancialmente con respecto al anterior. Aquí encontramos términos como clutch, capri, estiletos, naíf, etc.

    De este modo, vemos que el lenguaje de la moda es un ámbito proclive a la incorporación de nuevos términos procedentes de otras lenguas, especialmente del inglés, debido a su estatus de lengua franca de la comunicación internacional, a la creciente globalización, sus matices de modernidad, etc. Pero junto a estos vocablos también han sido introducidas en nuestro idioma (el español) palabras que, a pesar de su apariencia inglesa, tienen su origen inmediato en otras lenguas (falsos anglicismos). Como hemos dicho anteriormente, el lenguaje de la moda se puede caracterizar por ser "cambiante" o dinámico. Es decir, es un lenguaje que cambia con los estilos, con las modas, pero también se trata de un lenguaje que implica un cierto "refinamiento social" y que no solamente es denotativo, sino también connotativo. No es lo mismo decir: "llevas un look vintage" que "llevas ropa antigua o de segunda mano". Si alguien se decantase por la primera opción, la reacción de su receptor seguramente no sería negativa. En cambio, en el segundo caso, la probabilidad de que se lo tomase a mal se incrementaría.

    Además de estas características, debemos añadir que los anglicismos y falsos anglicismos no son los únicos rasgos léxicos de este lenguaje, sino también el grado de lexicalización que se encuentra dentro del nivel técnico. A lo largo del análisis veíamos que existía un índice muy reducido de anglicismos y falsos anglicismos en las 833 unidades que estaban bajo análisis, lo que destacaba era un alto grado de lexicalización, especialmente en el nivel técnico y dentro de la categoría de los sustantivos.

    Por lo que hace referencia a la literatura con sustrato profesional, esta cuenta con dos características fundamentales: (1) se inserte dentro de un campo del conocimiento, y (2) esté escrita por un especialista en la materia, esto es, no podríamos hablar de literatura especializada como tal si no se cumpliese alguno de estos dos rasgos. Este tipo de literatura es relativamente nuevo en nuestra cultura y lengua, por lo que estamos hablando de un producto que ha sido traducido previamente para ser importado, y el hecho de consumir esta clase de producto extranjero da cierta libertad al traductor, cuyas decisiones se irán sumando a las anteriores, creándose así un gusto y unas expectativas, y una libertad que en el caso de nuestra novela se ha optado más por una aceptabilidad que por una fidelidad terminológica respecto a la obra original (recordemos que se trata a su vez de literatura de consumo, por lo que las reglas del mercado tienen un peso importante y van a influir sobre el producto final). De este modo, se ha tendido a evitar los préstamos en los casos donde era posible, con la intención seguramente de que al público le resultase su lectura más cómoda, y el lenguaje más próximo a su realidad inmediata. Ello se puede deber a varios motivos, entre los que destacamos: (1) que un detalle o precisión exacta podría llevar como consecuencia una pérdida del hilo argumental o hacer la novela menos "apetecible" para una parte de lectores potenciales, por lo que la intención de la traductora no es buscar una exactitud terminológica, sino buscar un lenguaje sencillo y común con el objeto de llegar al mayor número de personas posible, (2) que el tema es menos general en España, o que hay presión del editor o idea preestablecida de que el lector español es menos especializado.

    Nuestra investigación cuenta con una limitación importante que se ha de tener en cuenta: nos hemos centrado en el lenguaje especializado del mundo de la moda, y se ha procedido a la extracción del vocabulario que estaba directamente relacionado con él o aludía a referentes de este ámbito. Sin embargo, no hemos estudiado dicho lenguaje especializado en todos sus campos, sino que hemos acotado nuestro campo de investigación a la traducción de la literatura con sustrato profesional, y concretamente a la novela El Diablo viste de Prada. Es por ello que creemos preciso decir, en primer lugar, que los resultados aquí encontrados no pueden ser extrapolados en ningún momento, ya que nuestro campo ha sido muy delimitado (traducción literaria de consumo, audiencia no especialista) y no representa la totalidad bajo ningún concepto, sino que constituirían en sí una parte. De este modo, sería necesario un estudio en mayor profundidad, un estudio de otras novelas similares a la investigada, para poder hablar de unas conclusiones más globales en cuanto al lenguaje de la moda dentro de la literatura con sustrato profesional. Con todo, tampoco se podrían extrapolar los resultados para hablar de este lenguaje especializado en términos generales, pues se deberían estudiar otras facetas, otras formas de manifestación (revistas, blogs, etc.), que por ir dirigidos a un público más especializado nos permitiesen alcanzar un mayor conocimiento de su funcionamiento y del uso por parte de los usuarios de la lengua, así como de la incorporación de anglicismos y falsos anglicismos.

    La investigación llevada a cabo ha girado en torno al léxico de la moda en la traducción de la novela con sustrato profesional El Diablo viste de Prada. Por lo tanto, dicho estudio ha sido acotado desde tres puntos: (1) dentro del léxico, las lexicalizaciones, los tres niveles de especialización léxicos (técnico, semitécnico y general), los anglicismos y los falsos anglicismos, (2) dentro de la traducción, la traducción de la literatura con sustrato profesional (específicamente El Diablo viste de Prada) y (3) dentro de los lenguajes especializados, el lenguaje de la moda.

    Por lo tanto, proponemos para futuras líneas de investigación, en primer lugar, el estudio del léxico (y sus tres niveles: técnico, semitécnico y general) y los anglicismos y falsos anglicismos en la versión cinematográfica. Así, no solamente quedaría abordado el tema en el ámbito literario con la novela, sino que también se apreciaría cómo se han tratado estos elementos en la adaptación del guion.

    En segundo lugar, creemos que sería un complemento idóneo el estudio de este novela si se volviese a traducir dentro de un tiempo determinado (lo cual no es habitual en la literatura no canónica), o bien el estudio de la traducción de la segunda parte de la novela (que en este caso es La venganza viste de Prada). Ello nos permitiría apreciar la evolución de la escritora en el vocabulario (es decir, si incorpora nuevos términos, etc.) así como la traducción propuesta a dicha novela realizada por una traductora diferente, el número de anglicismos por el que se hubiese optado, o bien si se intentaría buscar equivalentes, etc.

    En tercer y último lugar, sería interesante valorar el léxico utilizado en las traducciones realizadas en italiano y francés, cuyos países correspondientes se caracterizan también por ser cunas de la moda. De este modo, podríamos apreciar qué traducción ha sido la más proclive en la incorporación de palabras de procedencia o apariencia inglesa, y en cuál se observa una mayor lexicalización, así como los mecanismos empleados.


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