Como consecuencia del crecimiento de la población humana, y las demandas de alimento derivadas, la superficie destinada a la agricultura ha aumentado considerablemente desde el siglo XVIII. Además, desde mediados del siglo pasado se ha producido una intensificación de las técnicas empleadas con el objetivo de aumentar la productividad por hectárea. Entre estas medidas se encuentra el uso de variedades de cultivo más productivas, el uso de agroquímicos, conversión de cultivos de secano a regadío, el adelanto de las cosechas y la mecanización del campo. Estas medidas tienen consecuencias negativas para la biodiversidad agroesteparia: por ejemplo, el 83% de las especies de aves agrícolas presentan tendencias negativas como consecuencia de esta intensificación.
Una de estas especies es el sisón común (Tetrax tetrax), especie en la que se centra esta tesis, cuyas poblaciones han disminuido un 50% entre 2005 y 2015 en la Península Ibérica. El objetivo de esta tesis es identificar los requerimientos ecológicos que determinan la calidad del hábitat para esta especie desde diferentes perspectivas que permitan obtener conclusiones a distintas escalas (desde la escala local a escala peninsular) y marcos temporales (época reproductora, postreproductora y migración). Esta aproximación permite identificar las amenazas de conservación que sufren los sisones en cada una de las escalas y periodos analizados, para comprender mejor su acusado declive poblacional.
Estos objetivos se abordan en seis capítulos agrupados dos bloques:
- El primero aborda la calidad del hábitat a escala local (disponibilidad y uso de recursos tróficos, así como estructura de la vegetación: capítulos 1 y 2) y de paisaje (factores que determinan la favorabilidad del hábitat agrario, su relación con la abundancia de la especie y la influencia de distintas figuras de protección -capítulo 3- , así como el papel que, en estos paisajes, juega la alfalfa un, cultivo clave para el sisón, en el mantenimiento y mejora de la biodiversidad en hábitats agrarios: capítulo 4). Los dos primeros capítulos se centran en el final de la época reproductora, un periodo crítico para el reclutamiento de los juveniles en la población, mientras que el tercero engloba la totalidad del periodo reproductor y el cuarto trasciende el ciclo anual del sisón para abordar relaciones generales con la biodiversidad agraria.
- En el segundo bloque se relaciona la calidad del hábitat con el uso del espacio a gran escala geográfica (el conjunto de la Península Ibérica) que lleva a cabo el sisón. Así, el capítulo 5 describe las características topográficas y de uso del suelo que los sisones prefieren atravesar a lo largo de sus corredores migratorios, abordando alguna de las amenazas que, como consecuencia de ello, afronta actualmente la especie. Finalmente, el capítulo 6 evalúa los cambios fenológicos en la migración de los sisones ibéricos a lo largo de 20 años de seguimiento telemétrico, así como el papel relativo en los mismos que hayan podido tener el cambio climático y el posible deterioro general de la calidad de los hábitats que ocupan.
Los resultados obtenidos indican que la calidad del hábitat en el periodo post reproductivo está determinada por un mosaico de cultivos determinado por cereales, alfalfas y zonas de vegetación natural. En esta matriz completan su dieta (en la que predomina la proporción animal frente a la vegetal), compuesta principalmente por ortópteros, coleópteros, alfalfa y especies herbáceas naturales. Aunque las zonas de vegetación natural como las lindes o los pastizales albergan mayor diversidad de alimento y las alfalfas albergan mayor abundancia de artrópodos, los sisones utilizan los rastrojos puesto que la estructura de la vegetación les facilita la captura del alimento, especialmente en el caso de las hembras con pollos que requieren un aporte continuo de artrópodos para su crecimiento.
Por otro lado, los resultados muestran que, pese a que la calidad de hábitat en cuanto a la disponibilidad de usos de suelo ha aumentado entre 2011 y 2020 en las zonas de estudio, las poblaciones continúan descendiendo, lo cual parece indicar que hay otros factores, no incluidos en el cálculo de la favorabilidad, que están determinando actualmente las tendencias poblacionales. Uno de ellos puede ser la gestión agrícola, que puede afectar a la calidad del hábitat, aunque la disponibilidad de usos de suelo favorables se mantenga. Otro de ellos puede ser la atracción coespecífica, que resultó ser el factor más determinante para la presencia de sisones a nivel local dentro de la zona de estudio. Este elemento debe ser estudiado e integrado en las medidas conservacionistas ya que puede condicionar la colonización de nuevas áreas, aunque tengan valores de calidad de hábitat altos.
Para analizar la ecología migratoria de la especie, hemos marcado ejemplares con emisores GPS durante la época reproductora. El análisis de los datos obtenidos durante sus migraciones ha mostrado la existencia de tres corredores migratorios en la Península Ibérica: uno que conecta zonas del interior del valle del Ebro, y esta región con la Meseta Sur, otro que conecta la Meseta Norte con Extremadura y Meseta Sur, y un último que conecta la Meseta Sur, Extremadura, el valle del Guadalquivir y el Alentejo. En sus migraciones los sisones buscan zonas de baja elevación, pendiente y rugosidad, dominadas por zonas herbáceas, evitando zonas de agua y urbanas. Estos desplazamientos han mostrado una baja conectividad migratoria dentro de la Península Ibérica, que deriva en una dinámica metapoblacional donde las amenazas a las que se enfrenten los individuos en los cuarteles de invernada tienen consecuencias en sus áreas de reproducción, aunque estén separadas cientos de kilómetros y vice versa.
Además de las amenazas asociadas a la intensificación agrícola, los cambios de uso de suelo y los costes de la migración, el cambio climático ha demostrado ser una amenaza a la que los sisones tienen que hacer frente. En las últimas dos décadas han adelantado sus migraciones tanto la prenupcial como la postnupcial (alrededor de un mes y medio y dos meses respectivamente), aunque la causa en cada caso parece ser diferente. En el caso de la migración postnupcial, el adelanto parece estar relacionado con el aumento de las temperaturas veraniegas consecuencia del cambio climático, mientras que el adelanto de la migración prenupcial no está directamente relacionado con la climatología invernal, por lo que puede estar más relacionado con un deterioro generalizado de la calidad del hábitat en las zonas de invernada.
Este abordaje desde diferentes aproximaciones y en diferentes contextos espaciales y temporales permite identificar los aspectos claves a tener en cuenta en los programas de conservación. Nuestros resultados ponen de manifiesto la necesidad de programas de conservación comunes entre comunidades autónomas y países (España, Portugal y Francia) que aseguren la protección de las zonas de invernada, reproducción y los corredores migratorios. De lo contrario, por muy altos que sean los valores de calidad de hábitat en las zonas de reproducción o de invernadas, los esfuerzos realizados para proteger dichas zonas serán insuficientes para detener el declive que actualmente experimenta la especie.
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