El recurso forestal en las estrategias familiares de vida en el ejido El Paso en la reserva de la biosfera Mariposa Monarca

• Autores: Mauricio Pablo Cervantes Salas
• Directores de la Tesis: Clara Eugenia Salazar Cruz (dir. tes.)
• Lectura: En la El Colegio de México ( México ) en 2010
• Idioma: español
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  • Tesis en acceso abierto en: repositorio.colmex.mx
• Resumen

  • En el devenir del pensamiento socioambiental, Darwin situó al ser humano como un elemento más dentro del cúmulo de especies que habitan el planeta, Malthus, por su parte, marcó el acento en la relación entre la producción de alimentos y el crecimiento demográfico. Ambos aportes serían retomados por los Ecologistas para llamar la atención acerca de que la demanda de recursos naturales finitos por parte de una población en constante crecimiento, pondría en peligro los ecosistemas y las relaciones ecológicas que en ellas se suceden, e inexorablemente acabaría llevando al colapso de la humanidad. Tales preocupaciones quedaron plasmadas por Garrett Hardin en su ya famoso artículo titulado “La tragedia de los comunes” (The tragedy of commons), publicado en Science a finales de la década de los sesenta. Curiosamente, tal publicación vio la luz cuando México alcanzaba la tasa de crecimiento poblacional más alta, principalmente como consecuencia del crecimiento natural. No obstante, los socialistas utópicos contemporáneos a Malthus, nos enseñaron que haber empleado la ecología como analogía de las relaciones entre los seres humanos y su medio ambiente, ha llevado a reducir el concepto de población a la suma de individuos. Tal percepción sobre población, no permite estudiar cómo intervienen las formas de organización social en los modos en que los seres humanos nos apropiamos de los ecosistemas y de su biodiversidad, ni permite identificar el lugar que ocupan las actividades de aprovechamiento y conservación de los recursos naturales en el proceso de construcción de las relaciones humanasque se construyen en ámbitos institucionales de distinta índole. El trabajo de tesis que a continuación se presenta, hace un esfuerzo por ubicarse en el grupo de estudios que tratan de incorporar la dinámica de los procesos sociales como punto fundamental del estudio de la dimensión ambiental. En razón de ello, las preguntas que nos planteamos giran en torno a identificar los factores que favorecen o impiden que los hogares de un ejido incorporen las actividades de aprovechamiento y conservación forestal a sus estrategias de sobrevivencia. Entre el cúmulo de preguntas que nos planteamos, vale la pena destacar la siguiente: ¿qué potencialidades y límites brindan las reglas que norman y organizan el aprovechamiento y conservación forestal, para la reproducción económica de los hogares de una comunidad agraria con diferentes derechos y obligaciones? En este contexto de reflexión, el supuesto general que orientó el trabajo, es que no todos los hogares de una comunidad agraria que se encuentra en un área altamente regulada en materia de conservación, pueden incorporar las actividades de manejo de recursosnaturales a sus estrategias de sobrevivencia, y que tales posibilidades emergen del reto que enfrentan los hogares al tener que articular cuatro lógicas que se encuentran en constante tensión: i] la de la reproducción familiar; ii] la de la pertenencia y cohesión comunitaria; iii] la del mantenimiento y desarrollo de la empresa forestal y, iv] la de la regulación del manejo de esos recursos forestales por parte del Estado. Para dar cuenta de los distintos niveles de análisis incluidos en la hipótesis de trabajo, fue necesario articular conceptos provenientes de distintas marcos disciplinariosy utilizar diferentes técnicas de recopilación de información e instrumentos analíticos. La teoría del gobierno de los bienes comunes nos permitió analizar cómo la interacción de las leyes agrarias y ambientales y, las reglas internas del ejido, establecen el sistema de derechos y obligaciones entre los miembros del ejido respecto a las actividades de aprovechamiento y conservación forestal; esa interacción fue definida en este trabajo como estructura institucional. Por su parte, la Teoría de los Campos de Bourdieu, conjuntamente con el marco analítico de las estrategias familiares de vida, nos sirvió como herramienta para estudiar cómo la estructura institucional define la posición de los hogares al interior del ejido y en consecuencia, el tipo de estrategias familiares de vida desplegadas por las unidades domésticas según su posición. A su vez, el marco conceptual de Berger y Luckmann nos permitió reconstruirel proceso social de la actual estructura institucional del ejido. El trabajo de investigación se llevó a cabo en el ejido El Paso, un núcleo agrario cuyas tierras de uso común se encuentran ubicadas al interior de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca en el Estado de Michoacán, mientras que las tierras parceladas y las del área del asentamiento humano se encuentran fuera de la reserva. En las tierras de uso común, este núcleo agrario cuenta con un bosque que cada año es aprovechado por un contratista que se encarga de financiar y organizar los gastos y actividades de extracción del arbolado. Si bien los miembros del ejido no participan en ninguna de las etapas de extracción, sí están a cargo de desarrollar todas las actividades de conservación y vigilancia de sus bosques, incluso, vigilan de cerca que las actividades de extracción hechas por el contratista se ajusten a la normativa ambiental y sus saberes. El grado de participación del ejido dentro de la cadena productiva del aprovechamiento comercial de su bosque, lo ubica como una empresa forestal de tipo II, es decir, de tipo rentista. Una característica a resaltar, es que este ejido comenzó a realizar las actividades de aprovechamiento, conservación y vigilancia de sus bosques cincuenta años antes de que el gobierno federal decretara las áreas de hibernación de la mariposa monarca como zonas de interés para su protección. Hoy en día, ese ejido ha sido reconocido por tales esfuerzos y es dueño de uno de los bosques mejor conservados de la región. Las características quepresenta este núcleo agrario, y su forma de organización,nos permitió hacernos preguntas de investigación adicionales, destinadas a identificar los procesos sociales más significativos que marcan la trayectoria seguida por el ejido y los hogares de diferente índole que lo componen para lograr que las actividades de extracción, protección y conservación de recursos forestales quedaran institucionalizadas por la comunidad, así como para distinguir el tipo de retos que enfrentan, cómo son resueltos, en qué manera afectan el manejo a largo plazo de su bosque y cómo se distribuyen los beneficios del manejo de los recursos naturales entre los hogares. Los principales resultados muestran que desde 1936, fecha en que El Paso fue dotado de tierras ejidales, ya se encontraba en los miembros del ejido el germen de la conservación y uso de recursos forestales como medio de subsistencia y elemento fundamental de su identidad; de manera que la constitución de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca en 1986, sirvió para institucionalizar y mejorar las actividades de conservación que el ejido El Paso venía desarrollando desde esas fechas. Actualmente, la reserva de la Biósfera Mariposa Monarca,media las prácticas de los miembros del ejido y en consecuencia, las condiciones socioeconómicas que rodean alos hogares, pero el principio de diferenciación social más importante son los derechos agrarios; estos estructuran el tipo de recursos que utilizan los hogares para su sobrevivencia familiar; es decir, son un capital específico que se distribuye diferencialmente entre los agentes sociales y media el acceso de los hogares a los espacios territoriales del ejido y a sus recursos. De esa forma, hogares de ejidatarios, y de no ejidatarios (posesionarios y avecindados) ocupan una posición distinta respecto al acceso a las actividades de apropiación, conservación y vigilancia de los recursos forestales y de los beneficios que se derivan de ello. Los hogares ejidatarios, gracias a las actividades de conservación, vigilancia y apropiación de sus bosques, acumulan el mayor capital económico, lo cual les permite financiar actividades agrícolas en la parcela y poner en marcha algún negocio propio. Por su parte, para los hogares no ejidatarios las actividades ligadas a los bosques del ejido son de importancia marginal, en consecuencia, no cuentan con el mismo capital económico que los ejidatarios, y son otro tipo de actividades o las remesas lo que les permite sostener las actividades de la parcela o poner en marcha un negocio. Adicionalmente, se identificó que las características demográficas de los hogares forman parte del capital social con que cuentan los sujetos agrarios como elemento estructural y estructurante que limita o facilita la incorporación de miembros del hogar a las actividades en las tierras de uso común y en la parcela. De tal forma, la edad y el tamaño del hogar son un factor determinante en el desarrollo de las estrategias de sobrevivencia. Esta condición define la movilización del capital social y económico para incorporar mano de obra al trabajo en las tierras de uso común y en la parcela. Por ejemplo, los hogares con más fuerza de trabajo disponible, incorporan mayor número de miembros del hogar a las actividades agrícolas, lo que les permite reducir costos; en contraste, los hogares ejidatarios que carecen de ese capital social pero cuentan con el capital económico, pueden contratar fuerza de trabajo externa al hogar para realizar las actividades agrícolas y en los bosques del ejido, lo que les implica importantes erogaciones económicas. En síntesis, en los distintos capítulos que conforman esta investigación, se examina nuestra hipótesis de trabajo mediante el análisis de los distintos niveles en los que se fijan las reglas de facto y de jure que afectan los vínculos establecidos entre las unidades domésticas del ejido y sus miembros con las actividades de apropiación, conservación y vigilancia de los bosques, tanto en su expresión actual, como en sus procesos históricos.