El deseo sexual en personas mayores de 65 años, especialmente en aquellos que están institucionalizados en hogares de ancianos o centros de cuidado a largo plazo, es un tema complejo y multifacético. A medida que las personas envejecen, es común que experimenten cambios en su deseo sexual y en su capacidad para participar en actividades sexuales. Sin embargo, el deseo sexual en la vejez varía ampliamente, pero puede verse influenciado según el sexo, edad, dolor y calidad de vida relacionada con la salud de la persona.
El objetivo general de este estudio ha sido determinar el grado de deseo sexual en las personas mayores de 65 años, tanto institucionalizados como no institucionalizados, y relacionarlo con sus niveles de dolor y de calidad de vida.
Respecto a la metodología, el tipo de estudio ha sido descriptivo transversal. Se ha aleatorizado una muestra de 400 personas mayores de 65 años en la provincia de Almería (España) con edades entre los 65 y los 90 años. De los cuales 200 mayores eran institucionalizados y 200 no institucionalizados.
Las variables sociodemográficas analizadas han sido: sexo, estado civil, edad y nivel de estudios. Se ha aplicado: el Inventario del Deseo Sexual, compuesto por 13 ítems validados en español por Ortega, Zubeiat y Sierra en 2006. El cuestionario de dolor español (CDE), dirigido a la población general con dolor agudo y crónico. Y la escala de calidad de vida, WHOQOL-BREF que consta de 26 ítems, cada uno con 5 categorías tipo Likert.
Los resultados demuestran que las personas mayores de 65 años institucionalizadas tienen menos deseo que las no institucionalizadas. Los hombres tienen mayor deseo sexual que las mujeres. El grupo de edad de 65 años tiene más deseo que el grupo de 90 años. Las personas con estudios de formación profesional o bachiller son los que tienen mayor deseo en los mayores de 65 años, y los viudos los que menos deseo sexual. A mayor dolor y menor calidad de vida, el deseo sexual es menor. Se ha observado que también están relacionados el dolor, la calidad de vida y el deseo sexual en las personas institucionalizadas: a mayor dolor, menor calidad de vida y menor deseo sexual. Se ha comprobado que un bajo deseo sexual se relaciona con una menor salud.
Como conclusiones se indica que la sexualidad afecta a la salud humana en todos los grupos de edad, con impacto en aspectos biológicos, psicológicos, sociales y culturales clave. No existe una edad en la que finalice la expresión de la sexualidad y la intimidad, y todo el mundo, independientemente de su edad, necesita amor, caricias, compañía e intimidad. La sexualidad va más allá de los años reproductivos, y es un factor normal de autoestima y satisfacción.
El grado de deseo sexual es mayor en mayores de 65 años no institucionalizados, relacionado con el menor deterioro físico y mental de estas personas. Todos los grupos de edad presentan un deseo menor conforme avanza la edad, pero se reduce más en las mujeres que en los hombres institucionalizados.
Sexual desire in people over 65 years of age, especially those who are institutionalized in nursing homes or long-term care facilities, is a complex and multifaceted issue. As people age, it is common for them to experience changes in their sexual desire and ability to engage in sexual activities. However, sexual desire in old age varies widely, but can be influenced by a person's sex, age, pain, and health-related quality of life. The general objective of this study was to determine the degree of sexual desire in people over 65 years of age, both institutionalized and non-institutionalized, and relate it to their levels of pain and quality of life. Regarding the methodology, the type of study has been transversal descriptive. A sample of 400 people over 65 years of age in the province of Almería (Spain) with ages between 65 and 90 years has been randomized. Of which 200 seniors were institutionalized and 200 were not institutionalized. The sociodemographic variables analyzed were: sex, marital status, age and educational level. The following have been applied: the Sexual Desire Inventory, composed of 13 items validated in Spanish by Ortega, Zubeiat and Sierra in 2006. The Spanish pain questionnaire (CDE), aimed at the general population with acute and chronic pain. And the quality of life scale, WHOQOLBREF, which consists of 26 items, each with 5 Likert-type categories. The results show that institutionalized people over 65 years of age have less desire than noninstitutionalized people. Men have a higher sexual desire than women. The 65-year-old age group has more desire than the 90-year-old group. People with vocational training or bachelor's degrees are those who have the greatest desire in those over 65 years of age, and widowers have the least sexual desire. The greater the pain and the lower the quality of life, the lower the sexual desire. It has been observed that pain, quality of life and sexual desire are also related in institutionalized people: the greater the pain, the lower the quality of life and the lower the sexual desire. It has been proven that a low sexual desire is related to poorer health. The conclusions indicate that sexuality affects human health in all age groups, with an impact on key biological, psychological, social and cultural aspects. There is no age at which the expression of sexuality and intimacy ends, and everyone, regardless of age, needs love, touch, companionship and intimacy. Sexuality goes beyond the reproductive years, and is a normal factor of self-esteem and satisfaction. The degree of sexual desire is higher in non-institutionalized people over 65 years of age, related to the lesser physical and mental deterioration of these people. All age groups present a lower desire as age advances, but it decreases more in women than in institutionalized men.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados