La presente tesis doctoral recoge un proceso de elaboración teórica que emana de un proceso de investigación a través de métodos mixtos, combinando una aproximación cuantitativa y cualitativa al análisis de la realidad, en la que se propone un diseño secuencial explicativo que pretende ofrecer respuestas en torno a la relación entre Educación Social, como profesión de carácter pedagógico, y las diversas expresiones en las que se materializa el fenómeno de la violencia en los entornos de acción socioeducativa. La violencia es reconocida como un problema multidimensional y contextual, que establece un continuum dinámico interconectado y de elevada complejidad, convirtiéndose en un lugar común en el plano de las relaciones sociales y, por lo tanto, un objetivo de transformación permanente para la Educación Social como profesión que pretende socializar las dinámicas de bienestar a través de una respuesta pedagógica basada en la cultura de paz y la práctica noviolenta.