Los periodistas, tanto en su proceso formativo como en su ejercicio profesional, aprenden a utilizar fuentes de diversos
contextos, desde el académico, hasta las especializadas, las declaraciones oficiales, los informes, registros públicos y otras de
las que obtienen información relevante para ser difundida, pero no bajo el modelo de una simple reproducción de discursos y
contenidos, sino como parte de un proceso riguroso de investigación, contraste y verificación que permita aclarar las dudas
del público y ofrecer herramientas para tomar decisiones, lo cual constituye el elemento diferenciador de la información
periodística en el marco del prosumo que impera en el entorno digital y que se ha convertido en el espacio idóneo para la
difusión de mentiras disfrazadas de noticias denominadas fake news .
Ante la ingente cantidad de fake news y los efectos nocivos que estas han provocado a escala global, se hace preciso analizar
el papel de esta profesión tradicionalmente responsable de la información mediática. En ese contexto, la presente tesis
investiga el papel del periodismo frente a las fake news, desde su formación en las aulas universitarias hasta el ejercicio
profesional. El objetivo es conocer las competencias con las que, por un lado, los estudiantes se preparan para ejercer la
profesión, y por el otro, los periodistas que ya la ejercen hacen frente a este fenómeno global.
Para ello se plantea el estudio mixto a partir de las experiencias de estudiantes y periodistas en el manejo informativo y en la
confrontación de fake news, lo que permitirá conocer los niveles de competencia mediática que manejan y los aspectos
claves en los cuales se requiere fortalecer su formación. Esto conlleva también un estudio de los objetivos y resultados de
aprendizaje contemplados en las mallas académicas de Periodismo y Comunicación, carreras de las cuales se reciben los
periodistas que integran los medios de comunicación.
Este estudio se sitúa en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), una organización sudamericana integrada por cuatro
países: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y con características demográficas, sociales y culturales muy similares.
Entre los hallazgos más relevantes se evidencia que a pesar de la educación formal que ofertan las universidades existen
necesidades no cubiertas, que posibilitan que los periodistas se conviertan en víctimas de la desinformación, pero que
también están perjudicando su ejercicio profesional en relación a la alta competencia por la creación de contenidos
inmediatos y de alcance masivo. Ante ello se determina la necesidad de actualizar los programas formativos tanto de
Comunicación como de Periodismo de cara a fortalecer las competencias de los profesionales en el manejo de la información
y confrontación de la desinformación como uno de los problemas de la sociedad de la información.
Siendo el periodismo una de las profesiones mayormente influenciadas por las TIC su enseñanza se debe enfocar tanto en su
uso y dominio, como en los valores propios de la profesión como la verificación, el rigor, el contraste y la investigación, pero
no desestimar una formación abierta que permita diversificar la aplicación de los conocimientos de la profesión,
especialmente hoy, cuando las TIC permiten a cualquier usuario crear contenidos informativos, cuya calidad solo se puede
garantizar desde el periodismo y los medios de comunicación se encuentran en la disyuntiva de hacer que sus contenidos
sean al mismo tiempo atractivos, inmediatos y de calidad para lo cual también requieren de periodistas competentes
Journalists, both in their training process and in their professional practice, learn to use sources from different contexts, from
academia to specialized sources, official statements, reports, public records and others from which they obtain relevant
information to be disseminated, but not under the model of a simple reproduction of speeches and contents, but as part of a
rigorous process of research, contrast and verification to clarify the doubts of the public and provide tools for decision
making, which is the differentiating element of journalistic information in the context of the prosumption that prevails in the digital environment and that has become the ideal space for the dissemination of lies disguised as news called fake news.
Given the huge amount of fake news and the harmful effects they have caused on a global scale, it is necessary to analyze
the role of this profession traditionally responsible for media information. In this context, this thesis investigates the role of
journalism in the face of fake news, from its formation in university classrooms to professional practice. The objective is to
know the skills with which, on the one hand, students prepare themselves to practice the profession, and on the other hand,
journalists who already practice it face this global phenomenon.
For this purpose, a mixed study is proposed based on the experiences of students and journalists in the handling of
information and in the confrontation of fake news, which will make it possible to know the levels of media competence they
handle and the key aspects in which their training needs to be strengthened. This also entails a study of the learning
objectives and results contemplated in the academic curricula of Journalism and Communication, careers from which the
journalists who make up the media receive their degrees.
This study is located in the Andean Community of Nations (CAN), a South American organization made up of four countries:
Bolivia, Colombia, Ecuador and Peru, with very similar demographic, social and cultural characteristics.
Among the most relevant findings, it is evident that despite the formal education offered by universities, there are unmet
needs, which allow journalists to become victims of disinformation, but which are also jeopardizing their professional practice
in relation to the high competition for the creation of immediate and mass content. In view of this, it is necessary to update
the training programs of both Communication and Journalism in order to strengthen the competence of professionals in the
management of information and confrontation of disinformation as one of the problems of the information society.
Since journalism is one of the professions most influenced by ICT, its teaching should focus on its use and mastery, as well
as on the profession's own values such as verification, rigor, contrast and research, but not disregarding an open training that
allows diversifying the application of the profession's knowledge, especially today, when ICTs allow any user to create
informative content, whose quality can only be guaranteed by journalism, and the media find themselves in the dilemma of
making their content attractive, immediate and of high quality, for which they also require competent journalists.