En esta investigación con pacientes con ictus isquémico, se estudia el papel de varios biomarcadores relacionados con la apoptosis, la inflamación y la oxidación, en el momento del diagnóstico y en los días siguientes, estudiando su posible uso como predictor de mortalidad. Nuestra hipótesis de estudio, es que los niveles sanguíneos de los biomarcadores comentados; caspasa 3 y CCCK-18 relacionados con la apoptosis, sustancia P, sCD40L, MMP-9 y TIMP-1, relacionados con la neuroinflamación y las especies de guanina oxidadas (EGO) y la capacidad antioxidante total (TAC), involucradas en la oxidación, durante la primera semana después de un ictus isquémico, podrían ser signifivativamente diferentes entre los fallecidos y los supervivientes, y podrían ser usados para predecir un peor pronóstico o la mortalidad, permitiendo instaurar un tratamiento adecuado a tiempo. Por tanto, los objetivos de este estudio, fueron comparar los niveles séricos de todos estos biomarcadores durante la primera semana de un ictus isquémico, en pacientes fallecidos y supervivientes, y analizar la capacidad de estos niveles en cualquier momento de la primera semana para predecir la mortalidad temprana.
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