Resumen de Asociación entre las relaciones sociales y la fragilidad en personas mayores de 75 años que viven en la comunidad
El objetivo del estudio es analizar el impacto que tienen las relaciones sociales sobre la fragilidad en las personas de 75 años o más que viven en su propio domicilio en la ciudad de Lleida.
Metodología: es un estudio descriptivo, transversal, obtenido a partir de datos de la encuesta realizada a la población mayor de 75 años que vive en la ciudad de Lleida (Encuesta FRALLE). La muestra final fue de 640 individuos. Las variables objeto de estudio fueron: la fragilidad medida con el índice de Fried y Watson, las relaciones sociales medidas con el cuestionario utilizado en el estudio Envejecer en Leganés y las variables de control sociodemográficas, los hábitos de salud y el estado de salud. El análisis entre la fragilidad y las relaciones sociales con las variables control se realizó mediante la prueba de T-student para las variables cuantitativas y la prueba de Chi-cuadrado para las variables cualitativas. El análisis multivariante se realizó mediante la regresión logística. Para el anàlisis de datos se ha utilizado el programa de análisis estadístico SPSS v18.
Resultados: la prevalencia de fragilidad fue de 9,6% y de pre-fragilidad de 47% y por sexo las diferencias fueron significativas, resultando que el 12,5% de las mujeres eran frágiles frente al 5,7% de los hombres. Obtuvieron puntuaciones elevadas los índices de vínculos familiares con contacto (2,4 puntos sobre 3), el índice de diversidad de la red (4,8 puntos sobre 7) y el rol del individuo (en la vida de sus vínculos) (2,2 puntos sobre 3). La mayor presencia de fragilidad se relacionó con menor puntuación media en los índices de vínculos familiares con contacto (p<0,001), índice de actividades comunitarias (p=0,001), índice de diversidad de la red (p<0,001) e índice de rol del individuo (p<0,001). En el modelo final de análisis multivariante, además de la pobre participación en actividades comunitarias y el menor rol del individuo en la vida de los vínculos, las variables independientes asociadas a la fragilidad resultaron ser el sexo, la edad, la comorbilidad, el deterioro cognitivo y la mala autopercepción de la salud.
Conclusiones: No se puede confirmar el sentido de la relación entre las relaciones sociales y la fragilidad al ocurrir que en los estudios con datos de corte transversal, existe el grave problema de que la asociación puede estar confundida por efectos de causalidad reversa de signo contrario, es decir, las personas más frágiles tienen una mayor dificultad para establecer relaciones y participar en actividades comunitarias, lo que puede hacer que los datos muestren que a menor fortaleza de las relaciones sociales corresponda mayores índices de fragilidad. El rol del individuo en la sociedad o la vinculación social se ha asociado con mayor supervivencia, independientemente del nivel de actividad física y de la influencia del estado de salud y con la depresión, variable que influye sobre la fragilidad. El hecho de que el sujeto juegue un papel activo le proporciona sentido y significado y le ayuda a permanecer activo mental y físicamente previniendo situaciones de fragilidad.
