La diabetes es una de las enfermedades crónicas que más repercusiones clínicas, sociales y económicas comporta. Su prevalencia está en progresión y es considerada como una de las epidemias del siglo XXI. La diabetes tipo 2 (DM2) constituye el 90% de los casos de diabetes. Es una enfermedad del metabolismo de los carbohidratos, pero también se considera una enfermedad vascular donde estos pacientes presentan un elevado riesgo de ateriosclerosi.JUSTIFICACIÓN-HIPÓTESIS-OBJETIVOS Las manifestaciones clínicas de la ateroesclerosi constituyen la principal causa de morbimortalidad en la diabetes. Por este motivo, la prevención y el tratamiento precoz de este proceso constituye uno de los retos más importantes en la atención de los enfermos. Aun así, la población con diabetes tipo 2 (DM-2) presenta un riesgo de ECV equivalente a la presencia de un acontecimiento previo. Hay evidencia de una asociación entre la presencia de DM-2 y los factores de riesgo cardiovascular clásicos (FRCV) que acostumbran ha estar aumentados en estos pacientes. Este aumento de FRCV no justifica totalmente la alta prevalencia y la incidencia de la ECV que presentan los pacientes afectados de diabetes tipos 2 y que se puede calcular entre el 70 %-80 %. Este hecho no es sorprendente si tenemos en cuenta que la ateroesclerosi es un fenómeno complejo con múltiplos etiologías y diferentes mecanismos. El número potencial de factores de riesgo es elevado y crece rápidamente. En este contexto, la disfunción endotelial parece tener un papel relevante en cuanto al riesgo cardiovascular asociado a la diabetes.Por todo lo mencionado, en la población diabética es de gran interés conocer la prevalencia de la ECV de nuestro entorno, evaluar la presencia de coronariopatia, accidente vasculocerebral y vasculopatía periférica, para identificar desde un principio las necesidades asistenciales. Para la adecuada prevención primaria y secundaria de la ECV en pacientes con diabetes, determina
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