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Resumen de Embarazo por defecto. Impacto sociocultural de la interrupción del embarazo en las mujeres

Maria Encarnacion Mercedes Martinez Morant

  • La investigación presenta un abordaje del impacto que tiene en la vida de las mujeres la práctica del aborto. Esto es, la experiencia a través de su 'carne' con la gestación, como dimensión de la vinculación con el propio cuerpo; los dilemas y contradicciones; los motivos que guían su acción; la responsabilidad y la culpa; las creencias y las representaciones. Igualmente, la investigación muestra que el aborto, como posibilidad y como práctica, constituye un ámbito privilegiado para analizar el modo en que las cosas que socialmente importan pueden ser explicadas, presentadas y conocidas de formas diferentes. Porque el aborto es un tema especialmente sensible que es manipulado en función de los intereses ideológicos dominantes en cada sociedad y período histórico. Por ello, el aborto puede ser presentado como exigencia o como incidencia, de generalidad ética o política o como anécdota, haciendo referencia a hechos tratados como si fuesen aislados y evitando mostrarlos como frecuentes o seriados para no tener que extraer consecuencias. Además, la investigación presenta dos cuestiones transversales: dar voz a las mujeres que abortan y documentar socialmente una cuestión tan controvertida, y relativamente desconocida como es el aborto. El eje de la investigación es el cuerpo, desde las esferas jurídica, médica y religiosa. Cuerpo que estructura la investigación en cuatro capítulos vinculados en cascada: "el cuerpo dominado', 'el cuerpo objeto', "el cuerpo y el lenguaje verbal y no verbal, 'el cuerpo y las creencias'. El cuerpo dominado muestra cómo se controlan los cuerpos, creando un prototipo "normal, que es el individuo estándar que no tiene existencia física pero si existencia real, porque está "impreso" en las acciones que realizan las y los integrantes de una sociedad. Es un cuerpo "normalizado", obediente, que acepta los valores de quien le domina. Ese cuerpo dominado da lugar a la aparición del cuerpo objeto, a través de la mirada que permiten las tecnologías médicas. La ecografía es una de las pruebas que provocan el desarrollo de un imaginario de la transparencia, traduciendo el cuerpo en la pantalla de un ordenador. Imágenes ecográficas que muestran lo que está oculto, creando "artefactos" a los que se les atribuyen propiedades amparadas por la terminología. De esa forma, se elabora la ficción con la que se ordena la percepción social que guía las creencias de la mayoría de los individuos y conduce a la creación de términos para definir y delimitar el producto de una gestación. El cuerpo objeto da paso al cuerpo y el lenguaje verbal y no verbal. Cuerpo que está inserto en un sistema de valores simbólicos y culturales donde el lenguaje verbal es la base de la comunicación entre individuos. Los límites del lenguaje se visibilizan cuando se refieren al término "aborto" que muchas mujeres evitan. O cuando se turban al hablar de sexualidad y desconocen sus órganos reproductivos y sus genitales. Igualmente vinculado con los valores culturales y simbólicos está el cuerpo y las creencias que aborda la relación entre las ideologías religiosas, las mujeres y el aborto. Las creencias son formas de proceder más allá de la evidencia, una voluntad de creer. Por ello, no creer lo que se interiorizó con la socialización primaría y se consolidó con la socialización secundaría, se convierte en una contradicción difícilmente superable. Cuando el aborto se enfrenta a las creencias, las mujeres realizan un itinerario de cambios a través de un proceso de olvido donde no se borra lo experimentado (el aborto como suceso) porque se convierte en imborrable. Lo que se borra es el recuerdo de las etapas atravesadas de creer, crisis, no creer y volver a creer. No se sigue la creencia por motivos que derivan del temor, la culpabilidad, la contradicción y la banalidad pero, una vez finalizado el tránsito, se puede recuperar la creencia o convicción religiosa. A modo de conclusión general de la investigación puede afirmarse que el aborto es el lugar que casi nadie quiere ver ni nombrar porque su representación simbólica se ha saturado de oscuridad, inmoralidad y desconocimiento. Ciertamente, el aborto descubre el fallo de la lógica social utilizando el cuerpo de las mujeres como denuncia del cuerpo social. Es evidente que todas las personas tienen algo que ver con esta situación.


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