Resumen de La constitución del "SElv" en Soren Kierkegaard
María Victoria Alonso Fernández
La constitución del "Selv" en Søren Kierkegaard", en cinco capítulos, persigue el desarrollo de la noción de "sí mismo" a través de cuatro obras del autor "Migajas de filosofía", "El concepto de angustia", "A-científico y concluyente post scríptum a las Migajas de filosofía" y "La enfermedad que conduce a la muerte".
El apartado inicial, llamado "El estado de inocencia", se sitúa en el contexto del primer capítulo de "El concepto de angustia", en orden a asistir al surgimiento de un sujeto. Se trata de diseñar ese estado, en el cual un ser humano no lo es plenamente, por carecer propiamente de conocimiento de sí, de reflexividad, luego de intimidad consigo mismo. El sujeto sufre ese desdoblamiento que le conforma como tal, cuando es involucrado en una situación que le exige que se resuelva y actúe desde sí mismo, donde su acción tendrá consecuencias irreversibles para él. El individuo se enfrenta en ese instante a la indeterminación de su ser y es investido con la posibilidad de poder a fin de que se construya a sí mismo. Mas, en lugar de tomar una determinación, es decir, de determinarse, sucumbe al vértigo de la angustia que él mismo produce en tanto ella representa la anticipación de sí mismo, efectuándose una falla en su identidad o caída.
"Fundamentos ontológicos del "Selv"", investiga las características que se le suponen a un sujeto que ha surgido de ese modo, a partir de la noción de desesperación en tanto des-relación que aparece en la primera sección de "La enfermedad que conduce a la muerte". Se llega así a la conclusión de que dichos fundamentos son posibilidad y libertad, que quedan enlazados en la definición de esta última en tanto la posibilidad de poder. Para determinarlas, se ha de entender la posibilidad en tres sentidos, que se desprenden: de la desesperación como posibilidad ontológica de des-relación en un ser cuyos aspectos corporal y anímico requieren ser relacionados en una relación expresa, consciente, que se relaciona consigo misma, superior a la natural, denominada "Selv"; de las posibilidades que la libertad vuelve reales; y por fin, de la posibilidad efectiva de desesperar o consolidación de la escisión interna que le impide a uno ser sí mismo.
"La realidad del pecado", lleva el nombre con el que se denomina aquella situación consolidada de des-relación, analizándose aquí en qué sentido se refiere a la vez a la idea de pecado original o pecado inscrito en el género humano, tal y como se desarrolla en los capítulos segundo y tercero de "El concepto de angustia". El sujeto libre tiene que desdoblarse para poder asumirse a sí mismo, lo cual implica asumir la culpa del género entero, por cuanto el ser humano se sustenta en su lado finito pecando contra sí mismo y por tanto contra su creador.
"La construcción de uno sobre sí mismo", sigue la segunda parte de "Post scríptum", para analizar la asunción que realiza de sí el sujeto ético, comprometido consigo mismo. Abocando en "Migajas de filosofía", en la perplejidad socrática del amigo de la verdad que al profundizar en sí halla la incongruencia consigo mismo.
Por último, "Duplicidad e identidad del "Selv"", persigue la constitución del "Selv" en "La enfermedad que conduce a la muerte", a través de la desesperación que amenaza con disgregarlo, mostrándole ella, por otro lado, la posibilidad de unidad que él puede llegar a alcanzar relacionándose consigo mismo en su relación con Dios.
