Resumen de Remapping touch from skin to space
La localización de un evento táctil requiere de la coordinación de la información de diferentes sistemas sensoriales como la propiocepción, la somatosensación y la visión. En particular, una correcta localización del evento táctil requiere de un proceso de integración a través del cual información puramente somatotópica se combina con información sobre la postura del cuerpo. El resultado de esta recodificación táctil es la representación del estímulo en un marco de referencia externo que es independiente de las proyecciones anatómicas observadas en el córtex somatosensorial primario. El objetivo de la presente tesis fue explorar la configuración de dicho proceso de recodificación en cuanto a su interacción con otras modalidades sensoriales, su curso temporal, automaticidad y bases neuronales a través de cinco estudios diferentes. Los resultados del primer estudio muestran que la recodificación táctil no sólo se ve influida por la visión durante el desarrollo, sino que la información inmediata sobre la postura del cuerpo también juega un papel importante. Además demuestran que la influencia visual depende del grado en que la información visual del cuerpo se asocia con las acciones del propio observador. Los resultados del segundo y tercer estudio revelan por primera vez que el acceso a la representación somatotópica no sólo es posible sino que además la atención visual se orienta durante un breve lapso de tiempo hacia dicha representación somatosensorial. Además, revelan a grandes rasgos el curso temporal de la recodificación táctil demostrando que durante al menos los primeros 60 ms desde el inicio del tacto, la representación somatotópica prevalece, aunque no es estrictamente consciente. Por otro lado, los resultados del cuarto estudio proporcionan evidencia a favor de un sistema de recodificación automático, demostrando que el procesamiento espacial no es un requisito previo a la codificación del espacio externo en la modalidad táctil. Así, un estímulo táctil se codifica de forma externa incluso cuando el procesamiento de la modalidad táctil no es necesario e incluso cuando la codificación del espacio ha sido reducida al límite. Por último, los resultados del quinto estudio revelan que es posible interferir en la recodifcación táctil a través de una técnica no invasiva como es la estimulación magnética transcraneal. En particular demuestran que el área VIP, en el córtex parietal posterior, está directamente implicado en la recodificación del estímulo táctil. Además expone un proceso de recodificación disociable tanto de la localización basada en la piel como de la información propioceptiva sobre la postura del cuerpo.
