Influencia de la vitamina D en la degeneración axonal, desmielinización y calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple
- Autores: P. López Méndez
- Directores de la Tesis: Manuel Sosa Henríquez (dir. tes.), José María Limiñana Cañal (dir. tes.)
- Lectura: En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ( España ) en 2015
- Idioma: español
- Tribunal Calificador de la Tesis: Juan José Cabrera Galván (presid.), Felix Lopez Blanco (secret.), Teresa Rosa Ramírez Lorenzo (voc.), Diego Hernández Hernández (voc.), María Nieves Martín Álamo (voc.)
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- Tesis en acceso abierto en: acceda
- Resumen
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica autoinmune del sistema nervioso central (SNC) provocada por un trastorno inflamatorio que ocasiona infiltración focal de linfocitos en el cerebro y la médula espinal, provocando daño desmielinizante y axonal a lo largo del tiempo. Debido a que la retina es la única estructura del SNC que contiene axones y glía pero no mielina, se considera que la retina y toda la vía visual prequiasmática proporciona un modelo ideal para estudiar in vivo los procesos de inflamación, desmielinización y neurodegeneración, existiendo correlación con la pérdida axonal medida por tomografía de coherencia óptica (OCT) y los parámetros de latencia y amplitud de los potenciales evocados visuales (PEV).
Aún cuando hemos sido capaces de establecer el diagnóstico de esclerosis múltiple, todavía su etiología permanece desconocida. Parece ser que entre los factores ambientales que pueden contribuir a que exista cierta susceptibilidad a la enfermedad, se encuentran la latitud geográfica de residencia antes de la pubertad que se asocia con la exposición solar y los niveles séricos de vitamina D, debido al efecto inmunomodulador que se atribuye a esta vitamina.
Los datos de prevalencia de EM en Las Palmas más recientes son los de Aladro en 20025, con una tasa bruta de prevalencia de 77,5 casos/100.000 habitantes según criterios de Poser, que bajaba a 73,8 casos/100.000 habitantes si se aplicaban los criterios de McDonald 2001, y una incidencia media anual de 4,1 casos/100.000 habitantes/año. Teniendo en cuenta que Canarias se encuentra en una latitud de 28ºN, según el gradiente descrito, se esperaría una tasa de prevalencia mucho menor. Sin embargo, Las Palmas tiene unos valores de prevalencia e incidencia más cercanos a los de España peninsular y otros países del sur de Europa.
Teniendo en cuenta que los niveles séricos de vitamina D o la cuantificación del daño axonal y desmielinizante por pruebas no invasivas como los PEV o la OCT, pueden tener cierto grado de capacidad predictora de la evolución clínica de los pacientes con EM y de su calidad de vida nos planteamos la realización de esta tesis doctoral.
Se hace una primera comparativa entre los niveles séricos de vitamina D entre pacientes con EM y personas de su misma edad y sexo, residentes en Gran Canaria, para ver cuál es la situación basal de nuestra población de estudio en relación a la vitamina D. Posteriormente, se intenta correlacionar estos resultados con los hallazgos de OCT, PEV y cuestionario de calidad de vida QoL-54 realizados a los pacientes con EM.
Una vez analizados los datos, las conclusiones a las que llegamos son que: • No hay diferencias en los niveles séricos de vitamina D entre el grupo de pacientes con esclerosis múltiple y el grupo de controles sanos.
• La normalidad o déficit de la vitamina D no influye en los parámetros de latencia y amplitud de los PEV.
• Los pacientes con déficit de vitamina D presentaron atrofia del cuadrante superior de la CFNR de forma predominante.
• La distribución de los valores séricos de vitamina D no se ve influida por el IMC en los grupos de estudio.
• Los pacientes con niveles normales de vitamina D tienen mayor tasa anualizada de brotes en el año previo a la determinación. No hay asociación entre la vitamina D y el resto de las variables clínicas estudiadas.
• Los pacientes con niveles séricos normales de 25-OH-vitamina D se consideran en peor situación cognitiva y con menor calidad de vida relacionada con variables de salud mental-emocional, mientras que los pacientes con déficit de vitamina D se muestran más preocupados por su salud y refieren una peor función sexual.
• Los controles sanos presentan niveles más bajos de 25-OH-vitamina D que los pacientes de EM en el mes de febrero.
• No existe asociación entre neuritis óptica previa y vitamina D. Sin embargo, los pacientes con déficit de vitamina D y antecedente de neuritis óptica no presentan daño axonal por PEV mientras que los pacientes sin neuritis óptica no presentan daño desmielinizante. En relación a la OCT no se encuentra asociación con la vitamina D y el antecedente de neuritis óptica.
