Con la entrada en la modernidad, la cosmovisión unitaria de sentido de las sociedades antecedentes se va a fragmentar en un politeismo axiológico, que va a tener por resultado una diferenciación interna de la moral tradicional, entre una "moralidad pública", como un problema de fundamentación y justificación de los criterios de organización del orden social y una"utilidad existencial", como un problema de selección y definición de la vida buena (ethos), que arroja sentido sobre la conducta y la continuidad del yo.
Dada esta diferenciación, la moral convencional se referirá a aquella que reúne en su seno los dos aspectos mencionadas: la ordenación normativa de la praxis social y un sentido ético-existencial para la acción, mientras la moral postconvencional será aquella en la que se una perder las aspiraciones ético-existenciales, para ceñirse a la fundamentación de la normatividad pública.
Esta tesis doctroal ha recogido las aportaciones de Durkheim para el diseño de una moral convencional moderna, y las aportaciones de Habermas y Rawls para la confección de una moral postoconvencional, asumiendo el reto de ofrecer un contraste entre sus diferentes posiciones.
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