En el lenguaje común entendemos por deber en general la necesidad moral de realizar un acto u omitirlo de acuerdo a lo exigido por el orden natural. La delicada misión que le está encomendada al abogado, ha hecho que su conducta y actuación haya venido sujeta a normas de rigor (estatuto del abogado) cuyo cumplimiento debe ser observado por todos los que a ella pertenecemos; pero como tales normas son poco difundidas o inculcadas, se han presentado procederes deshonestos e indecorosos por parte de muchos abogados, afirmación que hacemos con base en diálogos sostenidos con funcionarios judiciales. (…)
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