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América Latina: paradigmas, procesos y desafíos en un contexto de cambios (hiper)acelerados

Imagen de portada del libro América Latina

Información General

Resumen

  • Nos encontramos en un contexto de geopolítica compleja, en el que se impone un nuevo orden mundial de marcado carácter geoeconómico no occidental, que refleja un desplazamiento del centro mundial de poder y de nuevos actores hegemónicos hacia el ámbito de Asia-Pacífico, con fuerte dominio asiático (especialmente). Este mismo marco apunta a predicciones de crecimiento económico a la baja en los próximos años y a la presencia de tensiones de diferente índole. Entre las últimas aparecen el cambio climático, la necesidad de buscar nuevas matrices energéticas, la seguridad alimentaria, las dificultades en la lucha contra la pobreza y el apoyo a los colectivos vulnerables, los problemas habitacionales, las crisis sanitarias o los conflictos armados abiertos en distintos puntos del planeta. Todo ello deja efectos económicos, sociales, ambientales, urbanos, con manifestaciones espaciales globales y locales muy variadas.

    En este marco Latinoamérica aparece como una región que cuenta con muchos elementos que le dan cierta homogeneidad, pero a la vez presenta diferencias internas en niveles de desarrollo, dinámicas sociales y en modelos económicos y sociopolíticos. Ambientalmente es tremendamente rica y variada. Es un gran proveedor de materias primas y de productos elaborados para los mercados mundiales. Su población crece a ritmos cada vez más pausados y es mayoritariamente urbana.

    El conjunto de textos que reúne esta obra que ahora se introduce, pretende contribuir desde la Geografía al debate y la reflexión sobre los procesos que han afectado y afectan a este territorio dinámico, complejo y en tensión socio-territorial permanente. De ahí el título que engloba las aportaciones que ocupan estas páginas: América Latina: paradigmas, procesos y desafíos en un contexto de cambios (hiper)acelerados. Todos los trabajos, de muy distinta procedencia académica, geográfica e institucional, se agrupan en tres grandes partes o capítulos que quieren subrayar dimensiones especialmente relevantes, orientaciones que de manera sintética se recogen en esta presentación.

    Por un lado, se aborda todo lo relacionado con la aparente maduración en los procesos demográficos y urbanos, realidad que de forma muy señalada ha caracterizado al espacio geográfico de América Latina desde hace tiempo. En este sentido, cabe apuntar algunas consideraciones que forman parte de la primera gran reflexión temática de esta obra y que se encuentran sólidamente tratadas y analizadas en las diferentes contribuciones que en torno a ella se estructuran. Los diversos territorios latinoamericanos avanzan en el modelo de transición demográfica. La desaceleración progresiva en los ritmos de crecimiento afecta a sus estructuras sociodemográficas, con desigual incidencia entre los ámbitos urbanos y rurales, menos dinámicos aquellos y con patrones de comportamiento más tradicionales estos. Entre tanto los movimientos migratorios presentan efectos diferentes a escala interna e internacional, pues se mantienen los del campo a la ciudad, menos intensos que en el pasado, y los ciudad-ciudad, especialmente hacia los grandes espacios metropolitanos y emergentes megalópolis. También son importantes las migraciones de salida, tanto hacia América del Norte como a Europa. Evidentemente los comportamientos dejan diferencias en función del nivel de desarrollo de los países y de los contextos, vinculados en ocasiones a crisis sociopolíticas o económicas cuando no a desastres naturales.

    Sigue abierto el debate sobre las desiguales dinámicas campo-ciudad, el descenso en la natalidad, el incipiente y desconocido envejecimiento, la atención a los colectivos más desfavorecidos, las migraciones internacionales, la segregación de clase, etnia… Entre tanto en los espacios urbanos, que concentran el mayor volumen de población, aparecen realidades muy diferentes de acuerdo a la estructura jerárquica tanto de los sistemas de ciudades como a escala intraurbana. Todavía se mantienen estructuras macrocefálicas, heredadas del pasado siglo y la metropolización sigue siendo uno de los rasgos definidores, con un elevado impacto en la fragmentación, tanto de la mancha urbana como de los residentes. De ahí, la necesidad de centrar la atención en otros nodos de vital importancia como son las ciudades medias que tienden a reforzar su protagonismo en determinados contextos. Dentro de ellas, los centros históricos se ven sujetos a procesos dispares, ya que en ocasiones se regeneran, con los efectos consecuentes de gentrificación y turistificación, mientras que en otros casos mantienen la tendencia a la degradación edificatoria y social. Al mismo tiempo, las periferias de las ciudades, independientemente de su tamaño, acogen urbanizaciones cerradas para las clases medias y altas (privatópolis) y asentamientos precarios (precariópolis) para las clases menos privilegiadas. Están más o menos alejadas, y entre ellas quedan vacíos urbanos como expresión de formas diferentes de transición y convivencia entre lo urbano y lo rural. La desigualdad en el reparto de las rentas y el acceso a la vivienda explica la segregación y los contrastes internos entre grupos de renta, pero también de etnia o género. Cobra protagonismo el debate sobre la planificación urbana y regional, el acceso al mercado de la vivienda, los conflictos socioambientales, la transición energética, la movilidad o los movimientos sociales, entre otros.

    Una segunda línea de análisis que se presenta en esta publicación es la que se centra en los desafíos y alternativas al contexto económico imperante. En un marco de neoliberalismo globalizado, de capitalismo financiarizado y con un peso cada vez mayor del de plataforma, la economía latinoamericana está adaptando sus sectores económicos a los nuevos escenarios. El sector primario se moderniza y acomoda sus estructuras, con fuertes brechas socio-espaciales. Por una parte, un mundo agropecuario empresarial integrado a los mercados y, por otra, un grupo mayoritario de familias campesinas, predominantemente indígenas, convertidas en las principales víctimas de las políticas públicas de liberalización y con un futuro limitado al devenir de los mercados de trabajo y las políticas sociales. Amplias áreas rurales están adoptando sistemas y modelos agroproductivos pensados para el mercado internacional, con profundas transformaciones territoriales, sociales y eco-culturales derivadas de las exigencias de las cadenas productivas. El sector minero está también experimentando una reactivación, de la mano de grandes corporaciones multinacionales, interesadas en la extracción y comercialización de petróleo, litio, cobre u oro. La pesca y la acuicultura cobran también protagonismo creciente.

    Mientras (que) las actividades industriales, tanto básicas, como intermedias y de consumo final, se afianzan, con las repercusiones productivas y de empleo, sobre todo en las ciudades o en los lugares próximos a los puntos de captación de insumos. A su vez, los servicios, cada vez más modernizados, se convierten en los principales generadores de empleo y de actividad. Se trata de procesos que generan profundas mutaciones socioeconómicas, con indudables repercusiones espaciales.

    Las actuaciones de los fondos de inversión se han convertido en uno de los principales motores de los cambios (hiperacelerados, en todos los ámbitos y con indudables efectos territoriales. Sus efectos se aprecian en las formas de producción en la cadena alimentaria, en los ciclos industriales, en la relación con el mercado inmobiliario, o en el papel del sector financiero, ya sea en el ámbito legal o en el de organizaciones criminales. Esto se produce en un contexto de aceleración tecnológica donde conviven un sector formal, perfectamente integrado, con otro informal, en el que se adscribe una parte importante de la población, que sufre déficits crónicos de empleo, renta, nutrición, educación, sanidad o vivienda. Mientras tanto, las políticas públicas tratan de dar respuestas a las contradicciones impuestas por los mercados globalizados y sus efectos en los modelos socioeconómicos. Las infraestructuras se convierten en complementos necesarios, con fuertes inversiones de capital, tanto nacional como internacional, en la construcción de grandes obras públicas dirigidas al transporte, el almacenamiento de materias primas o a los centros de almacenaje y distribución.

    Estos cambios están teniendo importantes efectos en las estructuras macroeconómicas, de reorganización productiva y de empleo (tanto en calidad como en cantidad).

    Finalmente, aparece un tercer grupo de reflexiones y análisis que sirven para cerrar el libro y que son los relativos a una línea de trabajo de indudable proyección y relevancia: los eventos ambientales acelerados en América Latina. En este ámbito, en Latinoamérica se conjuga una doble dimensión. Por una parte, destaca la diversidad ambiental en un territorio repartido por los dos hemisferios, en el que están presentes diferentes ecosistemas que conservan una notable riqueza. Está en relación con los tipos de climas, determinados por las variaciones altitudinales, latitudinales o zonales. También contribuyen a entender las grandes cuencas hidrográficas presentes en la región y las diferentes formas y estructuras del suelo y subsuelo. Por otro lado, las actividades antrópicas, cada vez más agresivas y vinculadas a un modelo extractivista neocolonial, dejan riesgos socioambientales y una huella ecológica importante, que se aprecia en la deforestación; en la extensión de las fronteras de colonización agropecuaria (especialmente en los bordes de la Amazonía); en la pérdida de diversidad eco-cultural vinculada a la progresiva generalización de modelos agroproductivos especializados e integrados en cadenas de distribución para el comercio mundial, en detrimento de los modelos y agrosistemas tradicionales, más sensibles y sostenibles ambiental, social y cultural(mente); el extractivismo energético y minero, que deja importantes impactos socio-ecológicos por contaminación de aguas, pero también por sobreconsumos hídricos. Combatir el cambio climático es uno de los grandes y acuciantes retos pendientes a afrontar inaplazablemente, que se manifiesta en fenómenos atmosféricos complejos, con sequías y periodos de lluvias irregulares. Entre tanto, los espacios urbanos crecen e incrementan la superficie urbana sobre zonas afectadas por riesgos ambientales (inundables o de ladera), a lo que se añade una deficiente gestión de residuos, con el impacto derivado en las aguas, tanto superficiales como subterráneas.

    En definitiva, el libro que ahora prologan estas primeras páginas quiere promover y proyectar los resultados de la investigación que la Geografía –como ciencia moderna, holística e integradora– viene desarrollando en torno a un territorio amplio, complejo y muy diverso, como es América Latina. Y lo hace a través de una amplia selección de contribuciones, resultado de proyectos muy distintos a uno y otro lado del Atlántico, que quieren subrayar los retos, los cambios en los paradigmas, y la importancia de algunos procesos que están teniendo lugar en los últimos años en un intenso, cambiante y rápido contexto de transformaciones desde las que se define y dibuja la realidad de este extenso y megadiverso espacio geográfico. Y todo ello, en la confianza de que constituya una publicación de referencia para poder entender más, mejor y de forma más profunda cuanto acontece en ese territorio. Desde la Geografía, se quiere contribuir a que así pueda ser y se cree firmemente en que esta publicación sea la mejor prueba de todo ello.

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