En diciembre de 2005, David Cameron llegaba a la dirección del Partido Conservador con un reto: la modernización y adaptación del mismo a las exigencias del siglo XXI. Más que a sus aspectos organizacionales, la tarea tenía que ver su mensaje. Casi cuatro años después nos encontramos con un “partido nuevo” que mantiene acentuado y radicalizado, el que fue elemento central de su ideario político durante los años de oposición a Blair: el euroescepticismo. Como explicaremos en las siguientes páginas, este modo de actuar no supone contradicción ni redundancia alguna. Lo que sí presente más interrogante es determinar con exactitud las consecuencias que puede tener de cara al discurrir del proceso de integración europea teniendo en cuenta dos hechos interrelacionados y complementarios: por un lado, los tories son potenciales ganadores de los próximos comicios generales en Reino Unido (año 2010) y por otro, su anuncio para junio de 2009 de abandonar el Partido Popular Europeo.
In December 2005, David Cameron took over the leadership of the Conservative party with a challenge: modernize and adapt the party to the XXI century.
More than the organizational aspects, the work had to do with the message. Almost four years later, we find a new party which maintains accentuated and radicalised the principal element of its political ideas during the years of opposition to Blair: euroscepticism. As we will explain in the following pages, this mode of action doesn’t mean either contradiction or redundance. What is more questionable is to determine with exactitude the consequences which it can have along the process of the European integration, taking into account two interrelated and complementary facts: on the one hand, the Tories are the potential winners of the next general elections in the United Kingdom (2010) and on the other hand, their announcement for June 2009 to abandon the European Popular Party.
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