César Sánchez Pérez
Este trabajo se centra en los hechos que dieron lugar a la puesta en marcha de un modelo de gestión integrada de los recursos hídricos, que culminó finalmente con la constitución del Consorcio de Aguas de la Marina Baja (en adelante CAMB) en la provincia de Alicante, en España, en 1978. El impacto del turismo en la segunda mitad del siglo XX motivó la necesidad de encontrar nuevas fórmulas de gestión: el incremento de la demografía, la llegada masiva de turistas, el desarrollo urbano con nuevos alojamientos, una mayor demanda de recursos energéticos y la alimentación asociada a este crecimiento llevaron a los actores implicados a la búsqueda del equilibrio entre los recursos disponibles y la incesante demanda. Las infraestructuras hídricas y las tecnologías avanzadas tuvieron una gran importancia, así como el papel de las instituciones, la regulación y la participación de los usuarios en la toma de decisiones permitieron el intercambio de aguas naturales por regeneradas, entre regantes y usuarios de abastecimiento. Estos acuerdos de intercambio y la propia configuración del CAMB facilitaron conformar un modelo de gobernanza basado en la gestión integrada de los recursos hídricos, que se plantea como extrapolable a otras regiones que se enfrentan a retos similares.
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