Huelva, España
Aunque el concepto de competencia y su tratamiento ha estado tradicionalmente ligado al mundo de los Recursos Humanos, resulta cada vez más habitual encontrar su desarrollo en otros campos, como el educativo, o en los procesos de orientación laboral. La idea de gestión por competencias parte del hecho (visible) de que personas con un mismo perfil «duro», presentan diferentes resultados profesionales. Esta constatación empírica indujo a diversos estudios, entre los que destacan los realizados por el profesor David McClelland (1973), en cuyos resultados se empieza demostrar que estos diferentes resultados parecían encontrarse en el denominado «perfil blando» de la persona, es decir, en cómo afronta la realidad de su vida diaria, de las estrategias de identificación y solución de problemas a las que recurre rutinariamente, de la manera en la que maneja normalmente sus relaciones interpersonales, etc. El proceso de búsqueda de empleo comporta actividad, y como en toda actividad humana, cada persona pone en juego una serie de comportamientos que las diferencia de otras y que los lleva a unos resultados más o menos de éxito, dependiendo del grado o nivel competencial que posea. Es por ello por 10 que asumimos que el enfoque de competencias no debe permanecer ajeno al proceso de orientación laboral. A través del enfoque de competencias en orientación laboral, se pretende incidir en las personas para que aporten 10 mejor de sí mismas en su empeño de acceder al mercado laboral. El proceso de orientación laboral se convierte, así, en el marco idóneo para el desarrollo de las competencias claves para el éxito, y el itinerario personalizado de inserción un en el vehículo idóneo que Permite materializar en cada persona ese propósito.
Although the concept of competence and its treatment has traditionally been linked to the world of Human Resources, it is increasingly common to find its development in other fields, such as education, or in job guidance processes. The idea of management by competencies is based on the (visible) fact that people with the same «hard» profile present different professional results. This empirical verification led to various studies, among which those carried out by Professor David McClelland (1973) stand out, whose results begin to demonstrate that these different results seemed to be found in the so-called «soft profile« of the person, that is, in how you face the reality of your daily life, the problem identification and solution strategies you routinely resort to, the way you normally handle your interpersonal relationships, etc.. the job search process involves activity, and as in all human activity, each person puts into play a series of behaviors that differentiate them from others and that lead them to more or less successful352VICresults, depending on the degree or level of competence you have. This is why we assume that the competency approach should not remain alien to the job guidance process. Through the competency approach in job guidance, the aim is to influence people so that they contribute the best of themselves in their efforts to access the labor market.. The job guidance process thus becomes the ideal framework for the development of the key competencies for success, and the personalized insertion itinerary in the ideal vehicle that allows each person to materialize that purpose.
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