Elena Cristina San Román López
La Primera Guarra Mundial marcó uno de los momentos de cesura más importantes en la historia económica contemporánea. La duración y dimensiones del conflicto provocaron la necesidad de utilizar a pleno rendimiento la capacidad productiva de las naciones y forzaron cambios en la economía que trascendieron al período bélico y marcaron el desarrollo de entreguerras. La primera de las transformaciones provocadas por la Gran Guerra fue la del propio concepto de Estado Liberal. En mayor o menor medida todos los gobiernos abandonaron la doctrina del laissez-faire para intervenir de modo activo en la vida económica y coordinar con eficacia el sostenimiento material del esfuerzo bélico. Durante los años de guerra las industrias públicas y privadas aunaron sus esfuerzos y aceptaron la dirección del Estado como único medio de lograr una movilización industrial capaz de satisfacer las exigencias de la contienda. Las administraciones de los Estados beligerantes y neutrales tuvieron que adaptarse a su nueva función de rectores de la economía y para ello proliferaron en toda Europa un sinfín de organismos, ministerios y comités tan variados como las propias economías que trataban de dirigir. Esta trabajo trata de recoger los aspectos más destacados de la transformación económica que sufrió Europa durante la guerra. Para ello he escogido uno de los sectores económicos, el industrial, que mejor refleja el alcance del conflicto
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