Chile ha enfrentado un conjunto de cambios sociodemográficos y en la estructura familiar en los últimos años. La creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral ha conllevado a que tanto ellas como los hombres deban compatibilizar roles, tanto en lo público como en lo privado1. No obstante, y a pesar de que desde el año 1990 se ha visto un incremento de hogares monoparentales encabezados en su mayoría por mujeres jefas de hogar y sostenedoras económicas2, las mujeres aún continúan siendo las principales responsables de las labores y quehaceres del hogar. El trabajo doméstico, cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de los miembros del hogar3, es conocido coloquialmente en Chile como una labor a realizar por amas o dueñas de casa.
En Chile, 24,7% de la población declara no ser activa laboralmente (porcentaje que incluye las labores domésticas no remuneradas), de esta cifra, 97,3% son mujeres4. La baja participación de las mujeres en la actividad económica productiva es una característica de los países en vías de desarrollo5, en los cuales se encuentra Chile6. Esta población, junto a personas de menor nivel educacional y desempleados, presentan un menor conocimiento sobre enfermedades asociadas a estilos de vida no saludables7,8, lo que podría gatillar un aumento del riesgo cardiovascular asociado a bajos niveles de actividad física (AF) y a una ingesta energética excesiva por un período prolongado9. En este contexto, y considerando que existe un limitado número de estudios sobre estilos de vida en este grupo sociodemográfico9,10, el objetivo de este trabajo fue caracterizar los estilos de vida y determinar el nivel de cumplimiento de recomendaciones de estilos de vida saludable en dueñas de casa chilenas.
Materiales y Métodos
Diseño del estudio
La muestra seleccionada corresponde a las dueñas de casa que formaron parte de la Encuesta Nacional de Salud de Chile 2009-2010 (ENS 2009-2010)11. La ENS 2009-2010 es una encuesta de prevalencia, realizada en hogares, con una muestra nacional, probabilística, estratificada y multietápica, con representatividad nacional, regional, y área urbana/rural, que incluyó a 5.412 personas. Sin embargo, solo 1.223 mujeres entre 18 y 94 años, que reportaron ser dueñas de casa, fueron incluidas en este estudio. Al aplicar el factor de expansión sugerido por la ENS 2009-2010, la muestra expandida correspondió a 2.455.059 dueñas de casa. El estudio se restringió solamente a mujeres ya que solo 33 hombres reportaron realizar esta labor. El protocolo de la ENS 2009-2010 fue aprobado por el Comité de Ética del Departamento de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y todos los participantes firmaron un consentimiento informado11.
Clasificación de las dueñas de casa
Se clasificó como dueña o ama de casa a todas las mujeres que administraban su hogar como principal ocupación10. Para evaluar diferencias entre los distintos patrones y estilos de vida, se subdividió a las dueñas de casa en 3 grupos de edad: < 40 años; 40-55 años; > 55 años.
Mediciones antropométricas
El estado nutricional fue determinado en base al índice de masa corporal (IMC kg/m2): bajo peso: < 18,5 kg/m2; normo peso: 18,5 a 24,9 kg/m2; sobrepeso: 25,0-29,9 kg/m2 y obesidad: ≥ 30,0 kg/m2 (incluye obesidad mórbida)12, y para adultos mayores se utilizó la siguiente clasificación: bajo peso: < 22,9 kg/m2; normo peso: 23,0 a 27,9 kg/m2; sobrepeso: 28,0 a 31,9 kg/m2 y obesidad ≥ 32,0 kg/m213. La obesidad central fue definida como un perímetro de cintura (PC) ≥ 88 cm para mujeres11.
Variables sociodemográficas y de estilo de vida
Las variables sociodemográficas (edad, sexo, nivel educacional, ingreso económico, zona geográfica) y de estilo de vida, como el tabaquismo, autorreporte de salud y bienestar, consumo de alcohol, consumo de sal (obtenido a través de muestra de orina y transformado en sodio calculado por la ecuación de regresión de Tanaka et al. 2002), y consumo de frutas y verduras se obtuvieron mediante la aplicación de cuestionarios validados en la ENS 2009-201011.
Los niveles de AF, incluyendo el tiempo destinado a AF asociada al transporte, AF de intensidad moderada y vigorosa fueron estimados con el cuestionario “Global Physical Activity Questionnaire”14. La AF total es la suma del tiempo en actividades de transporte, de intensidad moderada y vigorosa, en el trabajo y en el tiempo libre, siendo expresada en equivalentes metabólicos (MET) por horas y semana. El punto de corte para inactividad física fue un gasto energético menor a 600 MET/min/semana (> 150 min de AF a la semana). También se estimó el tiempo destinado a AF moderada y vigorosa, el cual fue expresado como MET/h/semana para tomar en cuenta las diferencias en gasto energético asociado a ambas intensidades de AF. Los niveles de sedentarismo fueron estimados mediante el mismo cuestionario a partir del autorreporte de tiempo destinado a actividades que involucren estar sentado o reclinado durante el tiempo libre o de trabajo. Se consideró alto nivel de sedentarismo cuando una persona destinaba más de 4 h a estar sentada al día (correspondiente a la mediana de la población)15.
Índice de estilo de vida saludable
Se utilizaron 7 conductas relacionadas a un estilo de vida saludable: 1) consumo de 5 porciones de frutas y verduras al día; 2) consumo de sal < 8 g/día; 3) consumo no riesgoso de alcohol (< 8 puntos test de identificación de trastornos debido al consumo de alcohol [AUDIT])16; 4) horas de sueño entre 7-9 h al día; 5) nunca haber fumado; 6) ser físicamente activo (> 150 min de AF a la semana); y 7) tiempo sedente <4 h al día15. A los individuos que cumplían con estas recomendaciones se les asignaba 1 punto por cada conducta saludable que cumplían, mientras que aquellos que no cumplían con estas recomendaciones se les asignaban un valor cero. El puntaje máximo fue de 7 puntos, lo que indicaba que se cumplían todas las conductas, siendo el mínimo 0, que representaba no cumplir ninguna recomendación. Para fines de este estudio, se clasificó a los participantes con un estilo de vida saludable si presentaban un puntaje ≥ 4, lo cual representa un cumplimiento de 57% de las 7 conductas saludables incluidas en este estudio. Por ende, aquellas dueñas de casa que reportaron ≤ 3 conductas fueron definidas como estilo de vida no saludable. Este punto de corte para definir un estilo de vida saludable fue definido por los investigadores de este estudio y no basada en una escala validada.
Análisis estadístico
Todos los análisis fueron realizados con STATA (versión MP 15.0) y el comando de “svyset” para muestras complejas (https://www.stata.com/manuals13/svy.pdf) y tomando en consideración los factores de expansión sugeridos por la ENS 2009-2010.
Las características de la población son presentadas como promedios para variables continuas y como porcentaje para variables categóricas, con sus respectivos 95% de intervalo de confianza (95%IC). Estos datos son presentados para la población total de “dueña o ama de casa” y también por grupos etarios (< 40, de 40 a 55 y > 55 años). No se realizaron comparaciones estadísticas entre los grupos (Tabla 1), como lo sugieren las recomendaciones para estudios de corte transversal STROBE, ya que dichas comparaciones podrían aumentar la probabilidad de un error estadístico tipo 1.
CaracterÍsticas socio-demográficas |
Grupo etario (años) | ||||
---|---|---|---|---|---|
Total | <40 | 40-55 | >55 | ||
n expandido¥ | 2.455.059 | 876.003 | 904.800 | 674.256 | |
Edad (años)* | 46,5 (42,4; 50,6) | 33,9 (31,2; 36,7) | 47,2 (45,4; 49,0) | 65,0 (61,3; 68,7) | |
Zona geográfica, (%) | |||||
Rural | 20,5 (17,5; 23,8) | 26,4 (20,2; 33,5) | 16,2 (12,2; 21,2) | 18,6 (14,0; 24,2) | |
Urbano | 79,5 (76,2; 82,5) | 73,6 (66,4; 79,8) | 83,8 (78,8; 87,8) | 81,3 (75,7; 85,9) | |
Años de educación* | 11,2 (10,1; 12,3) | 10,8 (9,8; 11,9) | 13,1 (11,1; 15,2) | 9,2 (7,6; 10,8) | |
Nivel educacional, (%) | |||||
Bajo (< 8 años) | 27,1 (23,3; 31,3) | 11,1 (7,6; 16,1) | 25,2 (18,6; 33,2) | 50,4 (42,3; 58,4) | |
Media (8 a 12 años) | 63,9 (59,3; 68,3) | 76,4 (69,5; 82,1) | 66,8 (58,4; 74,2) | 43,7 (35,9; 51,9) | |
Alto (>12 años) | 9,0 (6,6; 12,1) | 12,4 (8,2; 18,4) | 8,0 (4,7; 13,5) | 5,8 (2,6; 12,5) | |
Ingreso económico, (%) | |||||
Bajo (< 250 mil pesos) | 63,6 (58,7; 68,1) | 64,3 (56,1; 71,7) | 63,8 (55,1; 71,7) | 62,3 (53,9; 70,0) | |
Medio (250 a 450 mil pesos) | 31,3 (26,9; 36,1) | 31,8 (24,6; 40,0) | 30,9 (23,4; 39,5) | 31,3 (24,0; 39,7) | |
Alto (> 450 mil pesos) | 5,1 (3,6; 7,2) | 3,9 (2,1; 6,9) | 5,3 (3,2; 8,8) | 6,4 (3,1; 12,6) | |
Características antropométricas | |||||
Estatura (m)* | 1,6 (1,5; 1,6) | 1,5 (1,5; 1,6) | 1,6 (1,5; 1,6) | 1,6 (1,5; 1,6) | |
Peso corporal (kg)* | 65,6 (61,7; 69,7) | 66,0 (57,8; 74,3) | 64,9 (60,6; 69,1) | 66,3 (59,5; 73,1) | |
IMC (kg/m2)* | 27,1 (25,7; 28,6) | 28,0 (25,1; 30,9) | 26,4 (24,7; 28,1) | 26,7 (24,0; 29,4) | |
Estado nutricional, (%) | |||||
Bajo peso | 1,3 (0,6; 2,7) | 1,2 (0,5; 2,9) | 0,8 (0,1; 5,0) | 2,0 (0,6; 6,9) | |
Normal | 28,0 (23,5; 33,0) | 44,1 (35,6; 52,9) | 23,1 (16,6; 31,1) | 14,0 (9,2; 20,7) | |
Sobrepeso | 33,1 (28,8; 37,6) | 25,5 (19,6; 32,6) | 37,2 (29,5; 45,7) | 37,2 (29,8; 45,1) | |
Obeso | 37,6 (32,9; 42,5) | 29,1 (22,6; 36,7) | 38,9 (30,4; 48,1) | 46,8 (38,9; 54,9) | |
Perímetro de cintura (cm)* | 86,4 (82,8; 90,0) | 86,6 (80,0; 93,2) | 84,0 (80,4; 87,6) | 89,1 (81,7; 96,5) | |
Obesidad central, (%) | |||||
Normal | 77,8 (73,7; 81,4) | 86,0 (80,7; 90,0) | 78,0 (70,1; 84,2) | 66,9 (58,9; 74,0) | |
Obeso | 22,2 (18,6; 26,3) | 14,0 (10,0; 19,3) | 22,0 (15,8; 29,9) | 33,1 (26,0; 41,1) | |
Estilos de vida | |||||
Actividad física total (MET/hora/semana)* | 101,3 (76,7; 125,9) | 108,1 (62,2; 154,0) | 93,3 (48,2; 138,4) | 101,3 (62,0; 140,7) | |
Actividad física de transporte (min/día)* | 41,6 (25,7; 57,7) | 25,2 (0,5; 49,9) | 60,6 (38,6; 82,6) | 42,2 (24,6; 59,9) | |
Actividad física moderada (min/día)* | 109,1 (79,1; 139,1) | 128,7 (83,3; 174,0) | 82,6 (28,9; 136,4) | 113,5 (67,2; 159,9) | |
Actividad física vigorosa (min/día)* | 33,2 (12,3; 54,0) | 38,8 (5,8; 83,5) | 28,3 (1,3; 55,4) | 30,7 (0,5; 60,9) | |
MVPA (MET/hora/semana)* | 81,9 (59,1; 104,6) | 96,3 (54,5; 138,0) | 65,0 (22,2; 107,8) | 81,6 (45,9; 117,3) | |
Inactivos < 600 MET/min/semana, (%) | 22,3 (19,1; 25,9) | 20,5 (15,5; 26,7) | 17,7 (13,1; 23,6) | 30,5 (23,8; 38,2) | |
Tiempo sedente (h/día)* | 2,7 (2,3; 3,0) | 2,6 (2,1; 3,1) | 2,9 (2,0; 3,8) | 2,5 (2,1; 2,8) | |
Horas de sueño (h/día)* | 8,0 (7,1; 8,9) | 8,5 (6,7; 10,4) | 7,5 (6,5; 8,6) | 7,8 (6,7; 8,9) | |
Consumo de frutas y verduras (g/día)* | 222,0 (178,5; 265,4) | 160,0 (118,6; 201,4) | 280,4 (201,4; 359,4) | 241,2 (193,4; 289,1) | |
Consumo de sal (g/día)* | 8,3 (7,6; 9,0) | 8,3 (6,7; 9,9) | 8,0 (7,2; 8,7) | 8,8 (6,7; 8,9) | |
Consumo de alcohol (puntos AUDIT)* | 1,38 (1,15; 1,61) | 1,83 (1,29; 2,36) | 1,22 (0,94; 1,50) | 1,02 (0,78; 1,25) | |
Tabaquismo, (%) | |||||
Nunca | 42,9 (38,2; 47,6) | 38,6 (31,1; 46,6) | 38,9 (31,2; 47,3) | 53,7 (45,6; 61,6) | |
Ex-fumador | 20,6 (16,6; 25,2) | 15,1 (10,9; 20,5) | 25,2 (17,2; 35,4) | 21,5 (15,7; 28,7) | |
Fumador | 36,6 (31,9; 41,6) | 46,4 (38,0; 54,9) | 35,8 (28,1; 44,3) | 24,8 (18,2; 32,8) | |
Auto reporte de bienestar, (%) | |||||
Mal | 4,1 (2,7; 6,2) | 0,7 (0,3; 1,6) | 6,2 (3,7; 10,2) | 5,6 (2,5; 12,0) | |
Regular | 39,3 (34,4; 44,3) | 36,8 (28,7; 45,1) | 36,0 (27,7; 45,1) | 46,8 (38,9; 54,9) | |
buena | 56,7 (51,7; 61,6) | 62,5 (53,6; 70,6) | 57,8 (48,9; 66,3) | 47,6 (39,7; 55,5) |
Datos presentados como media y 95% IC para variables continuas.
(*)Variables categóricas son presentadas como % y sus respectivos 95% IC;
¥Presentan el número de personas incluidas en los análisis al aplicar el factor de expansión. IMC: índice de masa corporal; g: gramos; min: minuto; MET: metabolic equivalent of task; MVPA: Moderate to vigorous physical activity; AUDIT: Test de Identificación de trastornos debido al consumo de alcohol.
Para identificar si el promedio de las variables de salida (adiposidad, estilos de vida, alimentación, AF, tiempo sedente) presentan una tendencia significativa a disminuir o aumentar según grupo etario, se realizaron análisis de regresión lineal para muestras complejas y corregidos por el factor de expansión de la ENS. La variable edad fue introducida en los modelos estadísticos como variable ordinal (0 = grupo < 40 años, 1 = 40-55 años, y 2 = a personas > 55 años). Por ende, el valor p de tendencia indica si se observa una disminución o aumento de las variables de resultado a mayor edad y tomando como referencia al grupo etario más joven (< 40 años).
Para evaluar el cumplimiento de las recomendaciones de las conductas saludables entre los grupos, se realizó análisis de regresión logística corregidos por los factores de expansión, donde la variable de salida fue codificada de forma binaria (0 = no cumple con la recomendación para una conducta saludable y 1 = cumple con la recomendación), mientras que los grupos etarios fueron introducidos en el modelo estadístico como variable ordinal (0 = < 40 años, 1 = 40-55 años y 2 = > 55 años), asignando como referencia al grupo < 40 años. Los resultados de estos análisis fueron reportados como odds ratio (OR) y sus respectivos 95% IC. Por ende, un OR < 1 indicaría que no cumplen con la recomendación de estilo de vida saludable y un OR >1 indicaría que cumplen con la recomendación o conducta saludable.
Todos los análisis fueron ajustados por las variables de confusión, nivel educacional y zona de residencia (rural, urbana). El nivel de significación estadística fue definido como p < 0,05.
Resultados
Las características generales de las dueñas de casa y su caracterización acorde a la edad son presentadas en la Tabla 1. En general, la población que reportó ser dueñas de casa poseía una edad promedio de 46,5 años (desviación estándar [DE] = 15,2), un alto porcentaje de dueñas de casa habitaba en áreas urbanas (79,5%), 63,9% reportó un nivel de educación medio (8 a 12 años), mientras que 63,6% reportó estar en el tercil más bajo de ingreso económico familiar. Con relación al estado nutricional, 70,7% de las dueñas de casa presentó un IMC > 25,0 kg/m2, mientras que 22,2% presentó obesidad abdominal. En relación con la AF, 22,3% reportó ser físicamente inactiva y en promedio reportaron destinar 2,7 (DE = 2,3) horas al día en actividades de tipo sedente. En relación con otros estilos de vida, el consumo de sal (< 8 g/día) y alcohol (< 8 puntos AUDIT) superó las recomendaciones internacionales, 42,9% se declaró no fumador y más de 55% declaró sentirse bien respecto al bienestar y salud.
En cuanto a variables antropométricas, el grupo > 55 años presentaba en promedio un IMC y perímetro de cintura más alto en comparación a los grupos etarios más jóvenes (Figura 1). Para los niveles de AF y tiempo sedente, solo se encontraron diferencias significativas para AF de intensidad moderada, existiendo una tendencia significativa a realizar menos AF moderada en la medida que aumentaba la edad. Sin embargo, no se encontraron diferencias para otras intensidades de AF o tiempo sedente. Mientras que las horas de sueño reportadas en promedio fueron menores en los grupos de mayor edad en comparación a los grupos más jóvenes (Figura 2). En relación con el consumo de frutas, verduras, alcohol y sal en dueñas de casa según grupo etario, se observó que el consumo de frutas y verduras era mayor en el grupo de 40-55 años, mientras que el consumo de alcohol disminuía en la medida que incrementaba la edad (Figura 3).
Por último, al determinar el cumplimiento de las recomendaciones para un estilo de vida saludable (Figura 4), se observó una mayor asociación de cumplir con un consumo de alcohol no riesgoso (< 8 puntos AUDIT) en el grupo etario > 55 años (OR = 2,45 [95% IC: 1,14 a 5,25], p = 0,021) que en el grupo < 40 años. Finalmente, es más probable que las dueñas de casa mayores a 55 años cumplieran con al menos 4 de un total de 7 estilos de vida saludable en comparación al grupo < 40 años (OR = 1,52 [95% IC: 1,09 a 2,11], p = 0,013). Todos estos resultados fueron independientes del nivel educacional y de la zona geográfica de residencia.
Discusión
En estudios poblacionales de otros contextos, los desempleados/dueñas de casa alcanzan a 41,7% de la población, siendo mujeres 68,8% de este segmento17 y dueñas de casa 62,2%18. En Latinoamérica, las mujeres han comenzado a ocupar un rol importante en el ámbito laboral y se han alejado del rol de dueñas de casa19, lo que se aprecia en Chile ya desde la década 2000-0920,21 con una disminución del porcentaje de dueñas de casa en los últimos años22,23.
El principal hallazgo de este estudio demostró una mayor asociación en las dueñas de casa mayores a 55 años de cumplir las recomendaciones de estilos de vida saludable en comparación al grupo más joven (< 40 años). Principalmente, aquellas relacionadas con el consumo de alcohol y tabaco; sin embargo, también se observó una mayor prevalencia de inactividad física en el grupo de dueñas de casa con mayor edad (> 55 años) en relación con los grupos más jóvenes. Esto concuerda con estudios previos, donde se ha reportado que dueñas de casa realizan menores niveles de AF en comparación a las mujeres que poseen un empleo (OR: 1,71 [95% IC: 1,03 a 2,86], p = 0,038)17.
Considerando los grandes beneficios que aporta la AF, es pertinente fomentar hábitos de AF en este grupo de la población a través de programas específicos que podrían repercutir positivamente sobre su peso corporal y presión arterial, tal como ha sido demostrado previamente26,27. En el aspecto relacionado al estilo y calidad de vida en esta población, se ha observado una moderada-alta valoración por parte de las dueñas de casa28. Iniciativas, como las realizadas en México, como promover la educación, la igualdad de género, el crecimiento económico y del empleo, buscan garantizar el bienestar y la vida sana de toda su población, pero en particular de este grupo29.
Fortalezas y limitaciones
Dentro de las fortalezas de este estudio está la representatividad nacional de los datos utilizados, los cuales fueron corregidos mediante la aplicación de factores de expansión derivados por la ENS 2009-2010. Esta evidencia contribuye a aumentar la limitada evidencia científica en este grupo social. Otra fortaleza del estudio es la medición de estilos de vida mediante la utilización de instrumentos estandarizados. También cabe destacar que la presentación de los resultados estratificados por edad permite tener una aproximación al cumplimiento de los estilos de vida en dueñas de casa pertenecientes a diferentes generaciones, lo cual es relevante si consideramos que el aumento de actividad laboral renumerada en mujeres ha aumentado considerablemente durante las últimas dos décadas.
Este estudio también presenta limitaciones que tienen que ser consideradas al momento de interpretar los principales resultados de este trabajo. Una de ellas tiene relación a su naturaleza, ya que al ser un estudio de corte transversal no podemos establecer causalidad entre las variables de exposición y las variables de respuesta. Otra limitante tiene relación a los instrumentos de autorreporte utilizados para recolectar la información relacionada a estilos de vida de la ENS 2009- 2010, los cuales están sujetos a un mayor grado de imprecisión y que tienen una mayor probabilidad de sobreestimar conductas saludables.
En base a los resultados de este estudio podemos concluir que las dueñas de casa > 55 años presentan una mayor asociación de cumplir con al menos 4 de 7 estilos de vida saludable que dueñas de casa < 40 años. Sin embargo, hay componentes específicos de los estilos de vida como lo son los niveles de AF, consumo de frutas y verduras, y horas de sueño que aún podrían mejorarse mediante la creación de políticas públicas que incentiven la adopción de conductas y estilo de vida saludable en este grupo social.