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Revista médica de Chile

versión impresa ISSN 0034-9887

Rev. méd. Chile vol.148 no.7 Santiago jul. 2020

http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872020000700947 

Artículo de Investigación

Diagnóstico médico de depresión se asocia a sospecha de deterioro cognitivo en adultos mayores

Association between cognitive impairment and depression in Chilean older adults

Gabriela Nazar1  ag

Natalia Ulloa2  bg

María Adela Martínez-Sanguinetti3  bh

Ana María Leiva4  ch

Fanny Petermann-Rocha5  6  dh

Ximena Díaz Martínez7  eh

Fabian Lanuza8  9  dh

Igor Cigarroa10  fg

Yeny Concha-Cisternas11  12  fh

Claudia Troncoso13  dh

Lorena Mardones14  bg

Marcelo Villagrán14  bg

Carlos Celis-Morales5  6  15  16  egGrupo de Investigación ELHOC

1Departamento de Psicología y Centro Vida Saludable de la Universidad de Concepción, Universidad de Concepción. Concepción, Chile.

2Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunología, Facultad de Farmacia y Centro de Vida Saludable de la Universidad de Concepción. Concepción, Chile.

3Instituto de Farmacia, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile.

4Instituto de Anatomía, Histología y Patología, Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile. Valdivia, Chile.

5BHF Glasgow Cardiovascular Research Centre, Institute of Cardiovascular and Medical Sciences, University of Glasgow, Glasgow, United Kingdom.

6Institute of Health and Wellbeing, University of Glasgow. Glasgow, United Kingdom.

7Grupo de Investigación Calidad de Vida, Departamento Ciencias de la Educación, Universidad del Biobío. Chillán, Chile.

8Biomarkers and Nutrimetabolomics Laboratory, Department of Nutrition, Food Sciences and Gastronomy, Food Technology Reference Net (XaRTA), Nutrition and Food Safety Research Institute (INSA), Faculty of Pharmacy and Food Sciences, University of Barcelona. Barcelona, Spain.

9Centro de Epidemiología Cardiovascular y Nutricional (EPICYN), Facultad de Medicina, Universidad de La Frontera. Temuco, Chile.

10Escuela de Kinesiología, Facultad de Salud, Universidad Santo Tomás, Chile.

12Escuela de Kinesiología, Facultad de Salud, Universidad Santo Tomás, Sede Talca, Chile.

13CIEDE-UCSC, Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Concepción, Chile.

14Departamento de Ciencias Básicas. Universidad Católica de la Santísima Concepción. Concepción, Chile.

15Centro de Fisiología del Ejercicio (CIFE), Universidad Mayor. Santiago, Chile.

16Laboratorio de Rendimiento Humano, Grupo de Estudio en Educación, Actividad Física y Salud (GEEAFyS), Universidad Católica del Maule. Talca, Chile.

ABSTRACT

Background:

Depression has been previously associated with cognitive impairment in high income country populations. However, its association in the Chilean population has not been investigated.

Aim:

To investigate the association between depression and cognitive impairment.

Material and Methods:

Data from 1384 Chilean adults aged > 60 years, participating in the National Health Survey 2009-2010 was analyzed. Cognitive impairment was assessed using the Mini Mental Examination score. The medical diagnosis of depression was self-reported. The association between depression and cognitive impairment was assessed using a logistic regression.

Results:

Depression was positively associated with cognitive impairment. However, the magnitude of the association was higher in men (Odds ratio (OR) = 4.02 [95% confidence intervals (CI): 1.44; 6.61], p < 0.01]) than in women (OR = 2.23 [95%CI: 1.03; 3.43], p = 0.04). Older adults who were diagnosed for the first time with depression after 65 years of age, showed a stronger association with cognitive impairment (OR = 6.65 [95% CI: 2.39; 10.9], p < 0.01) than those diagnosed before 55 years.

Conclusions:

Our study confirms the association between depression and cognitive impairment. Further research is needed to elucidate the nature and potential mechanisms that link depression with cognitive impairment.

Key words: Aging; Cognitive Dysfunction; Depression

En Chile, datos de la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 (ENS 2009-2010) indican que 10,4% de la población mayor de 60 años presenta deterioro cognitivo, cifra que aumenta a 20,9% en personas de 80 años y más 1 . En este grupo existe un porcentaje importante de personas que viven con demencia y que, según estimaciones internacionales, alcanzan los 35 millones de personas en el mundo 2 y cerca de 200 mil en Chile 3 . Con el aumento progresivo de la expectativa de vida se prevé que estas cifras sigan incrementando con el subsecuente impacto social y económico, generando una amplia demanda por comprender los factores asociados a las enfermedades neurodegenerativas.

Es conocida la interacción entre procesos afectivos y cognitivos y cómo su alteración subyace a distintas patologías neurocognitivas y de salud mental 4 . Distintos estudios se han focalizado en comprender el efecto de las patologías de salud mental y en particular de los trastornos afectivos, en el funcionamiento cognitivo de personas mayores 57 . Al respecto existe abundante evidencia que indica que personas con diagnóstico de depresión muestran una disminución en sus funciones cognitivas, entre ellas atención, memoria y funciones ejecutivas 47 . Estudios de carácter longitudinal han concluido que problemas afectivos a lo largo de la vida predecirían un funcionamiento cognitivo disminuido en la adultez mayor 8 .

En Chile, la prevalencia de depresión en la población general es de 6,2%, cifra significativamente superior en mujeres (10,2%). La presencia de sentimientos de disforia, sintomatología depresiva o sospecha de depresión alcanza a 15,8% de la población total, llegando hasta 21,7% en población femenina 9 . Otra encuesta poblacional Chilena del año 2016 informa que 15,9% de los adultos mayores reporta sentimientos de inutilidad y 11,2% experimenta sentimientos de minusvalía, síntomas que aumentan con la edad 10 .

La vejez, particularmente en países en desarrollo, experimenta cierta vulnerabilidad, asociada a estresores como el aislamiento o exclusión, así como a preocupaciones propias de la edad, como temor a depender de otros o a la muerte de seres queridos 10 . Estos antecedentes refuerzan la necesidad de conocer las implicancias de las patologías de salud mental, no solo en el bienestar y calidad de vida, sino como precursor de otras enfermedades propias de una población que envejece.

A partir de la evidencia anterior, los objetivos de este estudio fueron: a) investigar la asociación entre auto-reporte de diagnóstico médico de depresión y sospecha de deterioro cognitivo en adultos mayores en Chile, y b) investigar la asociación entre edad de diagnóstico de depresión y sospecha de deterioro cognitivo en población adulta mayor chilena.

Material y Método

La muestra correspondió a 1.384 participantes mayores de 60 años (60,9% mujeres) de la ENS 2009-2010 que poseían información sobre funcionamiento cognitivo 1 . La ENS 2009-2010 es un estudio de prevalencia realizado en hogares en una muestra nacional, probabilística, estratificada y multietápica de 5.412 personas mayores de 15 años con representatividad nacional, regional, y área urbana/rural. Para este estudio se clasificó como adulto mayor a todas las personas ≥ 60 años de edad de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 11 . El protocolo de estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Todos los participantes firmaron un consentimiento informado 1 . Aquellos participantes que presentaron sospecha de deterioro cognitivo fueron informados y referidos a su sistema de atención de salud 1 .

Para la evaluación de funcionamiento cognitivo se utilizó el Mini Mental State Examination (MMSE) en su versión abreviada 12 , que consta de 6 preguntas, con un puntaje máximo de 19 puntos y un puntaje de corte inferior a 13 puntos correspondiente a MMSE alterado, indicativo de sospecha de deterioro cognitivo 13 .

Para la evaluación de depresión se utilizó el auto-reporte de diagnóstico médico de depresión a través de las preguntas a) ¿Alguna vez le han diagnosticado depresión? y b) ¿Qué edad tenía cuando se la diagnosticaron por primera vez? ambas de la ENS 2009-2010 1 .

Las variables sociodemográficas y datos de control asociados con estilo de vida, como tabaquismo, consumo de alcohol y consumo de frutas y verduras, y auto-reporte de salud y bienestar se obtuvieron mediante la aplicación de cuestionarios validados en la ENS 2009-2010 1 .

Otra variable de control fue el estado nutricional determinado a partir del índice de masa corporal (IMC: kg/m2), utilizando los puntos de corte de valoración específica para el adulto mayor: bajo peso: < 22,9 kg/m2; normo peso: 23,0-27,9 kg/m2; sobrepeso: 28,0-31,9kg/m2 y obesidad: ≥ 32,0 kg/m2 (18). La obesidad central fue definida como un perímetro de cintura (PC) ≥ 88 cm para mujeres y ≥ 102 cm para hombres(14). Los niveles de actividad física (AF), el tiempo destinado a las actividades de transporte activo y las actividades de intensidad moderada o vigorosa fueron determinados con el cuestionario “ Global Physical Activity Questionnaire15 . La AF total es presentada como la suma del tiempo reportado en actividades de transporte, de intensidad moderada y vigorosa en el trabajo y en el tiempo libre. Se consideró como punto de corte para inactividad física un gasto energético < 600 METs/minutos/semana. Los niveles de sedentarismo fueron determinados a partir del auto-reporte de tiempo destinado a actividades que involucren estar sentado o reclinado durante el tiempo libre o de trabajo. Adicionalmente, se utilizaron medidas de presión arterial para el diagnóstico de hipertensión (HTA), glicemia en ayuno para el diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 (DM2), horas de sueño diarias y percepción de estado de salud general.

Análisis estadístico

Los datos de caracterización de la población fueron analizados como promedio y desviación estándar para variables continuas, y como porcentaje para variables categóricas, con sus respectivos 95% de intervalo de confianza (95% IC).

Para investigar la asociación entre MMSE alterado y diagnóstico de depresión se realizaron análisis de regresión logística ajustados por edad, sexo, nivel educacional, zona geográfica, consumo de frutas y verduras, IMC, consumo de tabaco y de alcohol, sedentarismo y AF. Estas variables fueron incorporadas en los análisis estadísticos como variables de confusión, ya que presentan asociación tanto con depresión como con deterioro cognitivo.

Para todos los análisis se utilizó el módulo de análisis de muestras complejas del programa Stata SE v14 y todos los resultados fueron estimados utilizando muestras expandidas según la ENS 2009-2010. El nivel de significancia fue definido como p < 0,05.

Resultados

Del total de las personas evaluadas, 12,2% [95% IC: 10,5-14,0] presentó MMSE alterado con diferencias según características sociodemográficas tal como se observa en la Tabla 1 . Al comparar con quienes tienen MMSE normal, la sospecha de deterioro cognitivo se concentró en personas de mayor edad, menor nivel educacional y con bajo peso corporal u obesidad.

Tabla 1 Características de la población según sospecha de deterioro cognitivo 

Variables sociodemográficas MMSE normal MMSE alterado
N 1.215 (87,8%) 169 (12,2%)
Mujeres (%) 61,2 (58,5-63,9) 59,2 (51,6-66,3)
Edad (años) 69,9 (69,4-70,2) 78,1 (76,7-79,4)
Zona geográfica (%)
Rural 16,4 (14,4-18,6) 23,7 (17,8-30,7)
Urbana 83,6 (81,2-85,6) 76,3 (69,3-82,1)
Nivel educacional (%)
Básica 59,7 (56,9-62,6) 86,8 (80,7-91,1)
Media 32,3 (29,7-35,0) 12,0 (7,8-18)
Técnico-universitaria 8,0 (6,6-9,7) 1,2 (0,2; 4,7)
Medidas antropométricas
Peso corporal (kg) 70,5 (69,7-71,4) 65,8 (63,3-68,2)
IMC promedio (kg/m2) 28,7 (28,4-29,0) 27,6 (26,7-28,5)
Estado nutricional (%)
Bajo peso 8,4 (7-10,1) 19,2 (14-26)
Normal 30 (27,4-32,6) 17,5 (12,4-24)
Sobrepeso 28,7 (26,1-31,3) 27,7 (21,4-35)
Obesidad 32,9 (30,3-35,6) 35,5 (28,6-43,1)
Perímetro de cintura (cm) 95,57 (94,8-96,3) 94,7 (92,4-96,9)
Obesidad abdominal (%) 52,6 (49,9-5,5) 57,3 (49,8-64,7)
Estilo de vida
Actividad física total (MET/hora/semana) 77,6 (71,3-83,8) 40,6 (27,3-53,9)
Prevalencia inactividad física (%) 33,3 (30,7-36,1) 65,9 (58,2-72,7)
Tiempo sedente (hora/día) 3,3 (3,1-3,5) 5,0 (4,4-5,5)
Consumo de frutas y vegetales (g/día) 228,2 (219-237) 210,3 (188-233)
Consumo de alcohol (g/día) 40,4 (32,7-48,2) 39,7 (20,1-59,2)
Horas de sueño (%)
< 7 horas 31,6 (29,0-34,2) 28,4 (22,1-35,7)
7-9 horas 48,7 (45,9-51,5) 30,8 (24,2-38,1)
> 9 horas 19,7 (17,5-22,0) 40,8 (33,6-48,4)
Autorreporte salud y bienestar (%)
Malo 2,8 (2,0-3,9) 12,5 (8,2-18,4)
Regular 36,1 (33,4-38,8) 50,0 (42,4-57,5)
Bueno 61,1 (58,2-63,7) 37,5 (30,4-45,1)
Tabaquismo (%)
Nunca 51,6 (48,8-54,4) 59,5 (51,9-66,7)
Ex fumador 32,2 (29,6-34,9) 31,6 (24,9-39)
Fumador 16,2 (14,3-18,4) 8,9 (5,4-14,3)
Síndrome metabólico (%) 51,5 (47,4-55,5) 54,9 (43,9-65,3)
DMT2 (%) 23,9 (21,3-26,50 33,1 (25,9-41,1)
Depresión 11,3 (9.5-13.3) 19,2 (13,7-26,3)
HTA (%) 68,5 (65,7-71,1) 81,7 (74,8-86,9)
Puntaje mini mental 17,0 (16,7-17,1) 8,5 (7,9-9,0)

Datos presentados como promedio y desviación estándar para variables continuas y cómo % y sus respectivos 95% intervalos de confianza para variables categóricas.

La prevalencia de inactividad física y horas de tiempo sedente aumentó en personas con sospecha de deterioro cognitivo (65,9%; [95% IC: 58,2-72,7)] comparado con personas sin sospecha de deterioro (33,3%; [95% IC: 30,7-36,1]). Lo mismo ocurrió para personas con horas de sueño diarias extendidas (> 9 h/día) respecto de quienes duermen 7 h/día (40,8%; [95% IC: 33,6-48,4] v/s 19,7%; [95% IC: 17,5-22,0]). No se observaron diferencias en consumo de frutas y verduras ni en el consumo de alcohol, entre grupos según sospecha de deterioro cognitivo.

Adicionalmente, personas con MMSE alterado mostraron mayor prevalencia de HTA (81,7%, [95% IC: 74,8-86,9] respecto de quienes tenían MMSE normal (68,5 % [95% IC: 65,7-71,1]. No se observaron grandes diferencias en las prevalencias de síndrome metabólico ni DMT2 según puntajes en MMSE. Un mayor porcentaje de personas con MMSE alterado describió su estado de salud y bienestar como “malo” (12,5% [95% IC: 8,2-18,4]) con respecto de aquellos sujetos con MMSE normal (2,8 % IC: 2,0-3,9]).

Si se compara el grupo de adultos mayores que presentaban sospecha de depresión con aquellos que no presentaban, se observó que un mayor porcentaje eran mujeres (79%; IC 95% [71-84]) y que no existieron mayores diferencias con relación al nivel educacional o la zona geográfica de residencia ( Tabla 2 ). Respecto a las medidas antropométricas, el grupo con sospecha de depresión presentó un mayor porcentaje de obesidad (42,5%; IC 95% [34,8-50,7]) comparado con el grupo sin sospecha de depresión (31,5%; IC 95% [28,8-34,4]). En el análisis de estilo de vida el grupo con sospecha de depresión presentó una mayor proporción de personas que dormía < 7 h/día y mayor porcentaje de ex fumadores, con respecto al grupo sin sospecha de depresión ( Tabla 2 ).

Tabla 2 Caracterización de la muestra según sospecha de depresión 

Sin sospecha de depresión Con sospecha de depresión
Variables sociodemográficas
N = 1.073 151
Mujeres (%) 57,0 (54,0-60,0) 78,8 (71,5-84,6)
Edad (años) 71,0 (70,5-71,4) 70,0 (68,2-70,9)
Zona geográfica (%)
Rural 18 (16,0-20,7) 13 (8,7-19,7)
Urbana 82 (79,3-83,9) 86 (80,3-91,3)
Nivel educacional (%)
Básica 61,6 (58,7-64,5) 69,8 (61,9-76,7)
Media 30,4 (27,8-33,3) 24,8 (18,5-32,4)
Técnico-universitaria 7,9 (6,4-9,6) 5,3 (2,7-10,4)
Medidas antropométricas
Peso corporal (kg) 69,90 (68,9-70,8) 70,2 (67,6-72,8)
IMC (kg/m2) 28,40 (28,0-28,7) 29,2 (28,2-30,1)
Estado nutricional (%)
Bajo peso 10,4 (8,7-12,4) 10,1 (6,2-16,1)
Normal 29,7 (27,0-32,6) 22,2 (16,2-29,7)
Sobrepeso 28,3 (25,6-31,1) 25,0 (18,7-32,6)
Obesidad 31,5 (28,8-34,4) 42,5 (34,8-50,7)
Perímetro de cintura (cm) 95,2 (94,4-96,0) 95,8 (93,3-98,4)
Obesidad abdominal (%) 53,5 (50,4-56,5) 52,9 (45,0-50,8)
Estilo de vida
Actividad física total (MET/hora/semana) 75,8 (69,2-82,5) 68,70 (52,2-85,2)
Prevalencia inactividad física (%) 35,4 (32,5-38,3) 40,2 (32,6-48,4)
Tiempo sedente (hora/día) 3,4 (3.3-3.6) 3,71 (3,2-4,2)
Consumo de frutas y vegetales (g/día) 225,06 (216-234) 235,83 (211-260)
Consumo de alcohol (g/día) 39,73 (32,0-47,4) 58,20 (7,5-123,9)
Consumo de sal (g/día) 10,1 (9,8-10,3) 10,5 (9,5-11,4)
Horas de sueño (%)
< 7 horas 28,7 (26,1-31,5) 48,3 (40,4-56,3)
7-9 horas 49,6 (46,6-52,6) 34,4 (27,2-42,3)
> 9 horas 21,7 (19,3-24,3) 17,2 (12,0-24,1)
Autorreporte salud y bienestar %
Malo 2,5 (1,7-3,6) 13,9 (9,2-20,4)
Regular 33,4 (30,6-36,3) 54,9 (46,9-62,7)
Bueno 64,0 (61,1-66,8) 31,1 (24,2-38,9)
Tabaquismo (%)
Nunca 53,7 (50,7-56,7) 42,3 (34,7-50,4)
Exfumador 31,3 (28,6-34,1) 41,1 (33,4-49,1)
Fumador 15,0 (13,0-17,2) 16,5 (11,4-23,4)
Salud
Síndrome Metabólico (%) 51,7 (47,5-55,9) 50,0 (37,8-62,1)
DMT2 (%) 23,1 (205-25,9) 31,3 (24,0-39,7)
Hipertensión arterial (%) 69,4 (66,5-72,2) 70,9 (62,0-77,8)
MMSE alterado 11,3 (9,5-13,3) 19,2 (13,7-26,3)
Puntaje MMSE alterado 16,1 (15,9-16,3) 16,1 (14,3-15,8)

Datos presentados como promedio y desviación estándar para variables continuas y como % y sus respectivos 95% intervalos de confianza para variables categóricas.

Al analizar la asociación entre sospecha de deterioro cognitivo y depresión, se encontró una asociación positiva la que fue de menor magnitud en mujeres (OR = 1,70 [1,02-2,4], p = 0,045) que en hombres (OR = 2,82 [1,24; 4,41], p = 0,013) ( Tabla 3 y Figura 1 ). Al corregir los análisis por factores de confusión, la magnitud de la asociación aumentó tanto en mujeres como en hombres, llegando a ser hasta 2,2 veces superior en mujeres con depresión (OR = 2,23 [1,03-3,43], p = 0,043) y hasta 4,0 veces superior en hombres con depresión (OR = 4,02 [1,44-6,61], p = 0,008), comparados con aquellos sin depresión ( Tabla 3 , Modelo 2).

Tabla 3 Asociación entre depresión y deterioro cognitivo en adultos mayores chilenos según sexo 

Mujeres Hombres
OR (95% IC) Valor p OR (95% IC) Valor p
Modelo 0 1,70 (1,02;2,41) 0,045 2,82 (1,24; 4,41) 0,013
Modelo 1 2,56 (1,36; 3,76) 0,004 3,45 (1,42; 5,49) 0,006
Modelo 2 2,23 (1,03; 3,43) 0,043 4,02 (1,44; 6,61) 0,008

Los datos son presentados como odds ratio y sus respectivos intervalos de confianza (OR, 95% IC). Los análisis fueron ajustados por: Modelo 0 – sin ajustar; Modelo 1, fue ajustado por edad, nivel educacional, zona geográfica y región; Modelo 2 fue ajustado por modelo 1 más IMC, consumo de tabaco, consumo de frutas y verduras, consumo de alcohol, sedentarismo, AF y horas de sueño diarias.

Figura 1 Asociación entre depresión y sospecha de deterioro cognitivo. Los datos son presentados como odds ratio y sus respectivos intervalos de confianza (OR, 95% IC). Los análisis fueron ajustados por edad, nivel educacional, zona geográfica, región, IMC, tabaquismo, consumo de frutas y verduras, consumo de alcohol, horas de sueño, sedentarismo y AF. 

Los análisis también mostraron una asociación entre la sospecha de deterioro cognitivo y la edad en la cual se diagnosticó la depresión por primera vez. En la Figura 2 se observa que si el primer diagnóstico de depresión fue entre los 55 a 65 años, la asociación con deterioro cognitivo fue 3,5 veces más alta (OR = 3,52 [1,05-5,99], p < 0,0001) y si el diagnóstico de depresión ocurrió posterior a los 65 años la asociación fue 6,6 veces más alta (OR = 6,65 [2,39-10,9], p < 0,0001), en comparación con la población diagnosticada con depresión antes de los 55 años.

Figura 2 Asociación entre primer diagnóstico médico de depresión y sospecha de deterioro cognitivo. Datos presentados como odds ratio y sus respectivos intervalos de confianza (OR, 95% IC). Los análisis fueron ajustados por edad, nivel educacional, zona geográfica, región, IMC, tabaquismo, consumo de frutas y verduras, consumo de alcohol, horas de sueño, sedentarismo y AF. 

Discusión

Este estudio confirma la asociación entre depresión y deterioro cognitivo en personas mayores. Los hallazgos coinciden con una investigación de carácter longitudinal realizada en población británica, que concluye que problemas afectivos en el curso de la vida se asocian con un funcionamiento cognitivo disminuido en la adultez 8 . Por otra parte, un meta-análisis liderado por Rock et al. en el año 2014, concluyó que el funcionamiento cognitivo disminuido se encontraba presente tanto en pacientes con diagnóstico actual de depresión, como en aquellos en remisión y en ausencia de sintomatología clínica de depresión 7 .

A pesar de que se han propuesto diversas formas por las cuales la depresión y una función cognitiva deteriorada podrían estar relacionadas, aún persisten aspectos en los que es necesario seguir indagando 16 . Por ejemplo, es claro que la depresión interfiere en el funcionamiento cognitivo lo que incluso puede conducir a una “pseudodemencia”, sin embargo, no hay consenso si la depresión o la sintomatología depresiva constituyen factores de riesgo para el desarrollo de demencia o son más bien indicadores tempranos de deterioro cognitivo. Por otra parte, la depresión también puede ocurrir como una reacción frente al déficit cognitivo 17 , dando cuenta de una asociación bidireccional que podría existir entre depresión y función cognitiva 18 . Dado que los síntomas depresivos coexisten con el declive cognitivo es importante determinar la relación temporal entre ambas condiciones. Una revisión reciente sugiere que, si la sintomatología depresiva aparece antes del deterioro cognitivo y éste es leve y temporal, es probable que la depresión sea el antecedente de la disfunción cognitiva. En cambio, si la alteración cognitiva precede a los síntomas depresivos y persiste luego de que estos remiten, es más probable la existencia de problemas cognitivos a la base 18 .

En otro orden de análisis, existe evidencia de la asociación entre estilos de vida y salud mental 19 . Un análisis de datos de la ENS 2009-2010 encontró que por cada incremento de 5 años de edad en adultos mayores (60 a 80 años), se reducían en 22% las probabilidades de alcanzar las pautas de comportamiento saludable, fundamentalmente por la elevada prevalencia de inactividad física y los inadecuados hábitos de sueño 20 . Otras investigaciones han informado la asociación entre comportamiento sedentario y depresión 21 y de manera consistente, se ha demostrado el efecto beneficioso del ejercicio físico sobre la depresión 2224 . Por otra parte, uno de los síntomas más presentes en la depresión mayor es la alteración del sueño 25,26 . Debido a la multifactorialidad de causas del deterioro cognitivo, es relevante que este estudio proporcione evidencia de que la depresión se asocia a deterioro cognitivo con independencia de factores de confusión como el estilo de vida.

El sexo, así como la valoración cultural de las personas mayores en Chile son aspectos a tener en cuenta. Al respecto, las mujeres son más longevas y su proporción crece a medida que aumenta la edad 27 , además presentan una prevalencia de depresión significativamente superior a la de los hombres 1,9 .

Estos datos indican que las mujeres son un grupo particularmente vulnerable frente a los problemas de salud mental y sus consecuencias a nivel de funcionamiento cognitivo. Por su parte los hombres muestran menor prevalencia de depresión a nivel nacional y refieren haber sido diagnosticados con depresión en menor proporción que las mujeres 1,9 , sin embargo dado que los hombres consultan menos por problemas de salud mental es posible que el reporte de diagnóstico de depresión sea una medida muy precisa de la presencia de depresión e incluso de su severidad o recurrencia, lo que podría explicar la mayor asociación entre depresión y riesgo de deterioro cognitivo, encontrada en este estudio.

La población adulta mayor está expuesta a experiencias de maltrato y exclusión 27 y por ello son más vulnerables a la soledad y trastornos del ánimo. Es por esto, que en caso de que la depresión sea un precursor de problemas cognitivos, es imprescindible el diagnóstico y manejo oportuno, lo que muchas veces se ve dificultado porque la depresión puede confundirse con características propias de la vejez o como un factor inherente a la presencia de enfermedades crónicas frecuentes en la edad adulta, por lo que puede ser subdiagnosticada y no tratada oportunamente.

Dado que la depresión se puede presentar en distintas etapas de la vida y con diferente severidad, es necesario analizar los efectos en el funcionamiento cognitivo de episodios tempranos de depresión y la presencia de distimia o sintomatología depresiva sin necesariamente cumplir con los criterios diagnósticos de depresión.

Entre las limitaciones de este estudio está el uso de medidas de auto-reporte que están expuestas al sesgo de memoria. Las medidas de deterioro cognitivo y de depresión son referenciales y en ambos casos solo se puede aludir a sospecha de presencia de cada condición. Como cualquier estudio de carácter transversal no es posible inferir relaciones causales. Entre las sugerencias para futuras investigaciones está el indagar en el uso de medicación antidepresiva por su potencial efecto en las dos condiciones aquí abordadas.

Como conclusión, este estudio entrega evidencia sobre la asociación entre depresión y edad de diagnóstico, con sospecha de deterioro cognitivo, ambas condiciones altamente prevalentes en población chilena. En consecuencia, la identificación de los factores protectores de la salud mental en el adulto mayor y la implementación de estrategias para su promoción constituyen un desafío para la salud pública y la calidad de vida de una población que envejece progresivamente.

Trabajo no recibió financiamiento.

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Recibido: 30 de Noviembre de 2018; Aprobado: 23 de Junio de 2020

Correspondencia a: Dr. Carlos Celis-Morales, Glasgow Cardiovascular Research Centre, Institute of Cardiovascular and Medical Science, University of Glasgow. G12 8TA, Glasgow. United Kingdom. Carlos.Celis@glasgow.ac.uk

Los autores declaran no tener conflictos de interés.

a

Psicóloga.

b

Bioquímico.

c

Profesora de Biología y Química.

d

Nutricionista.

e

Profesor de Educación Física.

f

Kinesiólogo.

g

PhD.

h

MSc.

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