En el contexto de la creación de la Asamblea Nacional publicada en el Real Decreto Ley de 12 de septiembre de 1927, dieciocho mujeres fueron llamadas a la representación política estatal. De las dieciocho mujeres designadas, 16 formaron parte de la misma, ya que dosrenunciaron antes de aceptar el acta, y de ellas sólo once participaron activamente en los plenos o comisiones. La mayoría de ellas estaban relacionadas con el mundo de la cultura, la educación y la beneficencia, y su actuación en las Cortes, se orientaron hacia temas relacionados con la educación, la salud, lo social y la filantropía. La incorporación de las mujeres a la actividad política, aunque no fuese a través de sufragio, fue valorada positivamente por ciertos sectores.
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